La celebración del domingo de ramos el Obispo de San Cristóbal, monseñor Mario Moronta, la comenzó en la cancha deportiva del Barrio San Martín con la bendición de los Ramos para luego salir en procesión acompañado por los fieles hasta la Catedral, donde presidió la eucaristía dominical.
Luego de la lectura del evangelio que presentaba de la pasión del Señor, el Obispo reflexionó sobre el significado de esta ceremonia. Dijo. “La enseñanza para nosotros, creyentes de hoy, y en el marco del Año de la Fe, es clara. En medio de un mundo que muchas veces desconoce a Dios o se aleja de Él o hasta prescinde de Él, los creyentes hemos de tener la audacia de aquellos discípulos y preparar continuamente el ingreso de Jesús en todos los sectores de la humanidad. No faltará quien se asombre y hasta se asuste como los jefes del pueblo de aquel entonces. Pero, eso no nos debe intimidar. Al contrario, hemos de actuar con la serenidad y seguridad de un creyente que sabe en quien ha puesto su confianza: en el mismo Jesús, Dios y hombre verdadero, redentor de la humanidad”.
Así, no sólo haremos que la gente comience a aceptarlo y a conocerlo, sino que se identifiquen con su mensaje de salvación, asumiéndolo y poniéndolo en práctica. Esto conducirá a la profesión de fe, al igual que nosotros la hacemos, para reafirmar que es el Dios de la Vida que viene en nombre del Señor a cumplir su voluntad.
De igual manera recordó monseñor Moronta que “durante estos días santos vamos a conmemorar los misterios centrales de nuestra fe. En este Año de la Fe, nuestra semana santa es una hermosa ocasión para confirmar nuestra vida de creyentes y asegurar, con la gracia de Dios, la tarea que hemos recibido. Nos toca preparar el camino del Señor, anunciar que sigue entrando como salvador en nuestra historia y que está dispuesto a darnos lo que en Jerusalén consiguió: que todos los que le conozca y sigan lleguen a ser hijos de Dios Padre”.
Al final de la misa el Obispo invitó a todos los fieles a participar de la jornada especial del sacramento de la confesión que se efectuará en la Catedral de San Cristóbal este lunes, desde las ocho de la mañana hasta las siete de la noche.
Prensa DiocesisSC