“No soy un optimista, pero sí un pesimista esperanzado”, confiesa el presidente de Fedecámaras, Jorge Roig, cuando se le consulta sobre las posibilidades de alcanzar resultados concretos en la Conferencia de Paz Económica que sostienen el Gobierno nacional y los factores productivos. El Impulso
El máximo dirigente del gremio empresarial señala que la labor para recomponer las deterioradas relaciones entre la institución que representa y el sector oficial tras 15 años de conflicto, es ardua y de largo aliento. Sin embargo, apunta que en las pocas semanas de diálogo “es mucho lo que hemos avanzado, y el tono del Gobierno ha bajado sustancialmente”.
Según Roig, los resultados del diálogo económico no son perceptibles para la mayoría de la población “porque la calle está convulsionada. Pero quienes estamos en la mesa sabemos que sí hay avances, sobre todo en materia de reconocimiento de precios”.
Citó además el ejemplo de la Ley de Arrendamiento de Centros Comerciales, cuyo decreto fue derogado tras las primeras sesiones. “El instrumento legal que pretendían promulgar constituía una desgracia para los centros comerciales, por cuanto impedía recaudar los recursos para costear los servicios que se prestaban. Sin embargo, se logró la rectificación del Gobierno en ese sentido”.
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