Trastornos cobran terreno ante la crisis del país

Trastornos cobran terreno ante la crisis del país

trastorno

“Esto no es vida. Uno anda con el estrés encima y dolores de cabeza constantes por todo lo que está pasado en el país”, manifiesta Clemencia Hernández, ama de casa de 63 años de edad.

Toda esta situación difícil de manejar la ha llevado a visitar dos veces por semana a un psicólogo, pues ya se le está alterando hasta el sueño.

La señora Hernández forma parte de la creciente cantidad de personas que acuden a las consultas tanto públicas como privadas de psicólogos, de los cuales por cada 100 pacientes, al menos 60 manifiestan altos niveles de estrés y preocupación por la grave crisis económica que se ha agudizado en los últimos meses, lo que representa un aumento considerable teniendo en cuenta que hace dos años el promedio era de 40 (por cada 100 pacientes).

La psicóloga Andreina Monsalve, detalla que la mayoría de los pacientes más recientes se ven afectados a nivel mental por la creciente ola de protestas desatadas en Barquisimeto y Cabudare.

La inflación que se come los salarios aunada a la escasez de alimentos y desabastecimiento de medicinas es otro de los desencadenantes de alteraciones psico-emocionales originadas por la angustia, desgaste emocional, frustración, presión, rabia, depresión e incluso cansancio físico.

Testigo de ello es el señor Américo Martínez, quien tiene a tu madre con un avanzado cáncer de pulmón y no consigue los medicamentos oncológicos para el tratamiento.

“La preocupación me está matando. Cada vez que entro a una farmacia o un centro médico y me dicen que no hay las medicinas se me viene la imagen de mi madre muriendo lentamente. Eso me tiene muy afectado, tuve que venir al psicólogo porque no se cómo manejar esa tensión”, refiere el señor Américo.

Este tipo de situaciones desencadenan trastornos con sintomatología ansioso-depresiva. La situación de inseguridad económica también influye y puede acarrear alteraciones crónicas como la esquizofrenia o el trastorno bipolar, explica la psicóloga Monsalve.

A su juicio, el clima de tensión que se vive no solo en Lara sino en todo el país está incidiendo de manera negativa en las relaciones sociales, puesto que han aumentado los conflictos tanto a nivel laboral como familiar.“Esto no es vida. Uno anda con el estrés encima y dolores de cabeza constantes por todo lo que está pasado en el país”, manifiesta Clemencia Hernández, ama de casa de 63 años de edad.

Toda esta situación difícil de manejar la ha llevado a visitar dos veces por semana a un psicólogo, pues ya se le está alterando hasta el sueño.

La señora Hernández forma parte de la creciente cantidad de personas que acuden a las consultas tanto públicas como privadas de psicólogos, de los cuales por cada 100 pacientes, al menos 60 manifiestan altos niveles de estrés y preocupación por la grave crisis económica que se ha agudizado en los últimos meses, lo que representa un aumento considerable teniendo en cuenta que hace dos años el promedio era de 40 (por cada 100 pacientes).

La psicóloga Andreina Monsalve, detalla que la mayoría de los pacientes más recientes se ven afectados a nivel mental por la creciente ola de protestas desatadas en Barquisimeto y Cabudare.

La inflación que se come los salarios aunada a la escasez de alimentos y desabastecimiento de medicinas es otro de los desencadenantes de alteraciones psico-emocionales originadas por la angustia, desgaste emocional, frustración, presión, rabia, depresión e incluso cansancio físico.

Testigo de ello es el señor Américo Martínez, quien tiene a tu madre con un avanzado cáncer de pulmón y no consigue los medicamentos oncológicos para el tratamiento.

“La preocupación me está matando. Cada vez que entro a una farmacia o un centro médico y me dicen que no hay las medicinas se me viene la imagen de mi madre muriendo lentamente. Eso me tiene muy afectado, tuve que venir al psicólogo porque no se cómo manejar esa tensión”, refiere el señor Américo.

Este tipo de situaciones desencadenan trastornos con sintomatología ansioso-depresiva. La situación de inseguridad económica también influye y puede acarrear alteraciones crónicas como la esquizofrenia o el trastorno bipolar, explica la psicóloga Monsalve.
A su juicio, el clima de tensión que se vive no solo en Lara sino en todo el país está incidiendo de manera negativa en las relaciones sociales, puesto que han aumentado los conflictos tanto a nivel laboral como familiar.

Más información en La Prensa de Lara

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