El príncipe Felipe de Edimburgo asistirá este martes con su esposa, la reina Isabel de Inglaterra, a una fiesta en el palacio londinense de Buckingham el día de que cumple 93 años y como parte de una agenda bien nutrida.
El duque de Edimburgo, que la semana pasada acompañó a la reina a Francia para la conmemoración del 70º aniversario del desembarco aliado en Normandía, participó el lunes en una recepción en Buckingham dedicada a la innovación tecnológica y este martes en la fiesta en los jardines del palacio a la que iban a acudir 8.000 invitados.
El jueves realizará una visita de un día a Alemania, el miércoles de la semana siguiente tiene una cena oficial en el castillo de Windsor y el viernes visitará una escuela en Sussex.
El punto culminante de esa semana será el sábado 14 de junio, cuando presida el tradicional “trooping the colour”, el gran desfile militar con el que se conmemora el cumpleaños de la reina (aunque nació en abril, la costumbre es celebrarlo en, o entorno al, verano).
El pasado martes, Felipe de Edimburgo fue operado de la mano derecha. La intervención, menor, no le afectó aparentemente y siguió con su costumbre de bromear con sus interlocutores, a veces hasta la metedura de pata.
Sin embargo, los problemas se suceden. A finales de 2011 pasó cuatro días internado en el hospital por una arteria obstruida y una infección urinaria. El pasado junio se le practicó una operación “exploratoria” en el abdomen bajo anestesia general. AFP