El tiempo avanza y Argentina sigue jugando con fuego

El tiempo avanza y Argentina sigue jugando con fuego

Reuters
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El tiempo avanza y Argentina aún no ha llegado a acuerdo alguno con los fondos buitre. Un nuevo default parece ser solo cosa de horas. ¿O se llegará a una solución en Nueva York antes de la medianoche del miércoles?

Que se llegue a un acuerdo de última hora es difícil, pero no imposible. Por lo menos las partes siguen negociando. Tarde, pero siguen negociando. El default técnico no era inevitable, pero para ello Argentina tendría que haber iniciado las conversaciones mucho antes. Ahora, un grupo de bancos privados ofrece asumir garantías e inclusive hasta toda la deuda con los fondos buitre.





Si no hay acuerdo, Argentina cae en cesación técnica de pagos. Las consecuencias serían: primero: las agencias de rating clasificarán a Argentina como país en default. Y segundo: los tenedores de bonos normales que aceptaron la quita podrían exigir, bajo determinadas condiciones, que se les devuelva el capital inmediatamente. Además también se verían muy afectados bancos privados argentinos, tenedores de bonos del Estado. Eso explica ahora su interés en salvar la situación.

Más inflación, menos crecimiento
Un default podría desatar, según estimaciones, pagos por 35.000 millones de dólares en los próximos meses. El default provocaría probablemente más inflación, menos consumo, menos inversión y una disminución del producto interno bruto. Por lo menos por seis meses. Luego, el Gobierno podría llegar a un acuerdo por separado con los fondos buitre y seguir pagándole al resto de los bonistas. Qué sucedería exactamente en esos seis meses, nadie lo sabe. Si gana la sensatez, quizá se llegue antes a un acuerdo.

La situación en la que se encuentra Argentina es lamentable. No solo por la tensión en el país, sino porque los inversionistas en realidad hacen cola para financiar proyectos en los sectores de la energía, la minería, la agricultura y la producción de alimentos. Argentina tiene una gran necesidad de créditos. Para que los reciba, son esenciales dos factores: que se normalice la situación de la deuda y que el marco para inversiones garantice seguridad legal a largo plazo. Por eso, una solución hoy sería ya un gran paso adelante.

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