La “estrella zombi” que sobrevivió a la supernova

La “estrella zombi” que sobrevivió a la supernova

Un equipo de astrónomos ha localizado con el telescopio espacial Hubble lo que podría ser una «estrella zombi» tras la explosión inusualmente débil de una supernova en un sistema binario de estrellas. El hallazgo se publica esta semana en Nature. abc.es

(foto Nasa)
(foto Nasa)

Normalmente, estos sistemas dobles constan de una estrella muy grande y caliente (por ejemplo, una gigante azul) y otra muy pequeña y densa, como una enana blanca, que es la que explota. Tras un estallido «normal», la enana blanca se volatiliza y no queda rastro de ella, pero en esta ocasión los investigadores creen que una parte de la enana blanca habría podido sobrevivir a la supernova. Ese remanente es lo que se conoce como una «estrella zombi».

Examinando imágenes del Hubble tomadas antes de la explosión estelar, los astrónomos encontraron a una compañera, una estrella azul, que «alimentaba» con energía a la enana blanca, proceso que inició las reacciones nucleares que llevaron a la débil explosión. Esta clase de supernovas, agrupadas bajo el tipo 1ax, son mucho menos comunes que las del tipo 1a. Hasta el momento, los investigadores han logrado identificar solo treinta supernovas a las que una enana blanca ha logrado sobrevivir.





«Los astrónomos han buscado durante décadas sistemas de estrellas capaces de producir supernovas 1a -explica Saurabh Jha, de la Universidad Rutgers-. El tipo 1a es importante porque se utiliza para calcular las enormes distancias cósmicas y la tasa de expansión del Universo. Pero tenemos muy pocas pistas sobre cómo explotan exactamente las enanas blancas. Las similitudes entre las supernovas del tipo 1ax y 1a nos permiten, sin embargo, echarle un vistazo a la estrella progenitora de la supernova 1ax. Lo cual es muy importante, especialmente porque no se ha logrado aún identificar a la estrella progenitora de una supernova 1a».

La pequeña supernova, catalogada como SN 2012Z, se encuentra en la galaxia NGC 1309, a unos 110 millones de años luz de distancia. Fue descubierta en enero de 2012, pero las cámaras del Hubble habían fotografiado el sistema varios años antes de la explosión, lo que ha permitido a los científicos examinar con detalle el antes y el después del catalísmico evento.