Inseguridad: problema latente en Centros Comerciales de Guayana

Inseguridad: problema latente en Centros Comerciales de Guayana

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La inseguridad sigue en aumento en el municipio Caroní. Siendo los centros comerciales, paradas y unidades de transporte público el blanco más utilizado por  la delincuencia. Todo tipo de hechos delictivos están a la orden del día en la localidad; una realidad que se les escapa de las manos a los encargados de la seguridad ciudadana. Homicidios, robos, secuestros,  extorsiones, son algunos de los delitos más frecuentes en la ciudad. Nueva Prensa Guayana

Propietarios y visitantes de los diferentes centros comerciales que hacen vida en Alta Vista se mantienen en constante zozobra, como consecuencia de los delincuentes que están al acecho. Una situación que cada día se hace palpable en los rincones de la entidad guayanesa. Sin embargo ante este terrible problema los cuerpos policiales se mantienen en “calma”, mientras los hampones siguen arremetiendo contra el ciudadano, que ya no encuentra seguridad en ningún punto de Ciudad Guayana.





Anuncios de planes y medidas de seguridad que se han llevado a cabo, no han sido efectivos ante el cese de la inseguridad. Hay fallas en los programas, algo está pasando, ante el problema muchos se hacen de la “vista gorda”.

Son 61 cuadrantes los que se encuentran en el municipio, cada uno de ellos le corresponde a un órgano de seguridad diferente, llámese Policía del Estado Bolívar (PEB), Policía Municipal de Caroní (PMC) y Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Sin embargo la eficiencia de todos los responsables de la seguridad ciudadana de la “patria” queda al borde del abismo.

Una gran cantidad de puntos estratégicos diariamente son colocados por los cuerpos  policiales, tales como alcabalas, puestos de control y dispositivos de seguridad, los cuales deberían garantizar la integridad de todos los habitantes de Ciudad Guayana; pero lo contradictorio es que los maleantes parecen ser los que comandan en las calles. Pareciera que los 6 mil funcionarios desplegados en la gran urbe, no se dan abasto ante la ola criminal.

Blanco de la delincuencia

La seguridad de los centros comerciales no es responsabilidad de los usuarios, estos  comercios deberían contar con sistemas de seguridad y vigilancia policial permanente, en donde el visitante pueda estar seguro. Pero por el contrario los populosos centros de Alta Vista, no cuentan ni con un sistema de alarma que puedan activar las personas, al momento de cualquier irregularidad. Destacando que los pocos vigilantes que se encuentran en Orinokia Mall, Ciudad Alta Vista I y II, Centro Comercial Zulia y el Centro Comercial Mami prácticamente están “de adorno”.

Desde principio de año los maleantes han implementado el robo y asalto a mano armada en los centros comerciales, sin importarles la cantidad de personas que se encuentren en un determinado establecimiento, “a punta de pistola”, le exigen a sus víctimas que les entreguen sus pertenencias.

Son muchas personas las que han sido objeto de robo en los baños públicos, un caso reciente, fue el ocurrido el pasado domingo en el Centro Comercial Ciudad Alta Vista II, donde una mujer y un hombre, despojaron de sus pertenencias a una funcionaria de la policía municipal.

En este caso, la pareja de delincuentes no logró escapar de la justicia, gracias a que una de las hijas de la víctima logró dar aviso a su padre, quien estaba esperándolas en las adyacencias de los baños. Una acción inmediata por parte del hombre, quien también es funcionario policial, puso en aviso a todos los que estaban en el mencionado centro comercial. Una gran multitud de personas se aglomeró en la entrada del baño, seguidamente arribó una comisión de Patrulleros de Caroní, quienes sacaron al dúo hamponil. Siendo identificados como Escairlyn Gúzman Medina de 22 años y Alejandro Enrique Martínez Brayan de 24 años, alias “el Pechecho”.

El pasado 14 de abril, cuatro sujetos ingresaron a la Panadería Kakao, ubicada en el Centro Comercial Costa Mediterránea, en la urbanización Villa Africana de Puerto Ordaz; estando en el interior del establecimiento bajo amenaza de muerte, con un arma de fuego en mano comenzaron a despojar de sus pertenencias a todos los clientes. Sin embargo los antisociales no corrieron con suerte, pues entre los presentes había un funcionario policial quien logró neutralizar a uno de los malhechores.

Otro de los establecimientos visitados por los delincuentes, fue en el Restaurante Oporto’s, donde a solo unos días del robo en Kakao, varios maleantes robaron a varias personas, logrando herir a un funcionario de la Guardia Nacional Bolivariana.

Temor de salir

Encuestados coinciden que se sienten atemorizados y dudan salir de sus casas para disfrutar de una tarde en familia; sobre todo si se trata de ir a un centro comercial. Esto a causa del hampa común, quienes parecen ser la sombra del guayacitano. Entre otros puntos los entrevistados reflejaron que los malhechores, trabajan las veinticuatro horas del día, sin importarles matar a sus víctimas con tal de lograr su objetivo.

Los niños, niñas y adolescentes son los principales afectados ante el problema de la delincuencia. Generalmente son los que les exigen a sus padres, un rato de esparcimiento; bien sea en un parque, en un centro comercial o en cualquier sitio, que los ayude a salir de la cotidianidad. “Pero con tanta delincuencia, quien va a querer andar en la calle”.

María González, quien labora en Ciudad Alta Vista I, comentó que la vigilancia en el centro comercial es deficiente; destacó que son pocos los vigilantes que allí laboran. Asímismo indicó que los gendarmes solo tienen un radio, pues no les permiten utilizar ningún tipo de armamento.

Entre tanto Luis Sánchez, señaló, “uno no puede estar seguro en ningún lado, donde uno este, es lo mismo”, “los malandros te esperan en cualquier parte, parecen que se distribuyen por zona”. Resaltó que cada día hay más robos y “la policía no hace nada”.

Robert Sarmiento, opinó, “vivimos el día a día a las puertas de la inseguridad, uno sale de su casa, esperando que le pase cualquier cosa”. Indicó que los cuerpos policiales no cumplen a cabalidad con el deber de cuidar al ciudadano.

Milagros Guacaran, destacó, “uno medio confiaba en estar seguro dentro de un centro comercial, ahora hasta los delincuentes se meten a los baños, imagínate”. Igualmente hizo énfasis sobre la inseguridad a nivel nacional, pues afirma que es un problema que hay en toda Venezuela.

Mirla Martínez, afirma que los centros comerciales se han convertido en “guaridas de malandros”, “hay tanta gente que uno no sabe quién es quién”. Acotó, “el gobierno debe implementar un plan de seguridad que garantice que los ciudadanos puedan andar tranquilos por la ciudad.

Siendo el gobierno nacional el encargado de crear los planes de seguridad, los usuarios de los centros comerciales hicieron un llamado a las autoridades municipales y gubernamentales, para que se aboquen a establecer medidas de seguridad dentro de los mismos. Destacaron que lo primordial es colocar funcionarios policiales permanentes, ya que los vigilantes a la hora de cualquier situación no tienen ningún tipo de armamento para defenderse. Siendo esto último lo que le facilita a los maleantes cometer los hechos delictivos, pues están seguros, que nadie podrá arremeter contra ellos.