Ivanka Trump, ¿Primera dama en la sombra?

Ivanka Trump, ¿Primera dama en la sombra?

REUTERS/Mike Blake
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Aunque las leyes estadounidenses le pondrán difícil ocupar un cargo de poder en el Gobierno de su padre, a juzgar por sus últimos movimientos cada vez está más claro que el papel de Ivanka Trump en la Casa Blanca no se va a limitar a las cenas familiares.

Mientras la esposa del magnate, Melania Trump, apenas se deja ver, la hija mayor del multimillonario, de 35 años, parece tener cada vez un rol más importante en la toma de decisiones de su padre, o al menos eso deja entrever su participación en varios de los encuentros del futuro mandatario en las últimas semanas.





Ivanka está siendo objeto de un mayor escrutinio por parte de los medios estadounidenses ante su creciente presencia en este periodo de transición y ya ha empezado a cuestionarse si esto puede incurrir en un grave conflicto de intereses.

Aunque las leyes del país que atajan el nepotismo no le permitirían obtener un cargo oficial, su larga melena rubia destacaba en las imágenes que se publicaron de la reunión que Trump tuvo el mes pasado con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, la primera que el mandatario electo celebraba con un líder extranjero.

Tras darse a conocer la participación de la “primera hija”, los medios estadounidenses se apresuraron a cuestionar su presencia en el encuentro, alertando de que paralelamente Ivanka se encontraba en negociaciones con una importante cadena de moda japonesa.

“¿Está mezclando Ivanka sus negocios japoneses con la política?”; se preguntaba la cadena CNN.

El mandatario electo dijo tras ganar los comicios que dejaría en manos de sus hijos la dirección de los negocios familiares para evitar conflictos de intereses, pero Ivanka no está precisamente alejándose de las esferas de poder.

Ella, quién también es vicepresidenta de desarrollo y adquisiciones en la Organización Trump, estará entre los miembros de la familia del presidente electo que quedarán al cargo de sus empresas, muchas de ellas con presencia en el extranjero.

La hija mayor del magnate prometió después de las elecciones que seguiría luchando por los asuntos que le importaban sin un papel formal en la Administración, pero tras sus movimientos de las últimas semanas todo apunta a que podría desempeñar un papel más importante del esperado.

Según cuenta el diario The New York Times, cuando la líder de la minoría demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quiso discutir con el presidente electo asuntos vinculados a los derechos de las mujeres, el magnate le dio el teléfono de su hija.

Además de su encuentro con Abe, Ivanka también se reunió estos días con el exvicepresidente y ambientalista Al Gore, así como con el actor y activista contra el cambio climático Leonardo DiCaprio, quien regaló a los Trump su documental “Before the Flood” sobre las consecuencias del calentamiento global.

Pese a que su padre nombró esta semana como jefe de la Agencia Medioambiental (EPA, en inglés) a un negacionista del cambio climático, el fiscal general de Oklahoma, Scott Pruitt, Ivanka parece estar interesada en la materia.

Su padre afirmó durante la campaña que el cambio climático era “un invento de los chinos”, pero fuentes cercanas a Ivanka aseguraron esta semana al diario especializado Politico que ese va a ser uno de sus caballos de batalla en los próximos cuatro años.

La hija del magnate, quien a lo largo del ciclo electoral adoptó un papel conciliador y moderado con los más críticos hacia su padre, quiere abordar el asunto desde el lugar privilegiado que le otorgará la Presidencia de Trump.

Y es que parece indudable que la hija mayor del multimillonario no va a pasar desapercibida en los próximos años, como también indica el hecho de que planee mudarse a Washington junto con su esposo, Jared Kushner. EFE