Christina Paz, de 47 años, pasó 15 días en el hospital después de sufrir COVID-19 en marzo, incluida una pelea de tres días en cuidados críticos. Ahora está en casa en Staten Island con sus cinco hijos y su esposo, Enrique Paz.
Llevo unas cuatro semanas fuera del hospital. Me siento mejor, pero me sorprende cuánto dura la recuperación. Por lo general, me recupero bastante rápido. Quiero decir, he dado a luz cinco veces.
Al principio, estaba extremadamente nervioso por que mis hijos contrajeran el virus. Mis doctores dijeron que probablemente ya no sería contagioso, pero para ser cauteloso, mi esposo arregló algunas telas de pintores en la sala de estar y viví cerca del medio baño que solo yo usaría. Veía a los niños asomarse detrás de la cortina por la noche para asegurarse de que todavía estaba allí.
No podía esperar para abrazar a mi familia otra vez, pero al principio no pude. Fue terrible. Pondría Purell en mis manos, y ellos harían las suyas y yo apretaría sus manos, luego las haría lavarse.
Unos cuatro días después, finalmente salí de la cuarentena. Todos nos abrazamos y saltaron sobre mí en el sofá. Fue la mejor Pascua de mi vida. Mientras estaba en el hospital, mi esposo nunca les contó a mis hijos sobre la gravedad de mi afección, pero los mayores tuvieron una idea.]
Todavía me quedo en un sillón reclinable en la sala de estar porque todavía no puedo acostarme. Enrique insiste en dormir en el sofá para estar conmigo. Por la mañana los niños se apresuran a besarme buenos días. Hemos estado viendo películas juntos y me entretendrán. Hicieron un torneo de bolos para mí, tuvieron una competencia de baile.
Todavía no es normal, pero todos están ayudando. Lo principal que siento es alivio. Este día de la madre se sentirá como el primero. Simplemente lo aprecias mucho más.
– Según lo dicho a Suzy Weiss