Una visión inquietante muestra el momento en que un hombre de Sydney obligó a su esposa y su bebé a abordar un avión hacia la India. Ahora es el primer australiano condenado por tráfico de salida.
Por News
Traducción libre de lapatilla.com
Un hombre de Sydney fue condenado en enero por traficar con su esposa y una hija de dos meses a la India. Una nueva visión inquietante muestra el momento en que el hombre sostiene el hombro de la mujer mientras la convence de abordar el avión.
Es señalado por su madre y un amigo que acorrala a su esposa antes de acompañarla hacia las puertas de salida.
El hombre de 29 años de Lidcombe, en el oeste de Sydney, fue acusado por la Policía Federal de Australia y sentenciado a 21 meses de cárcel en enero, convirtiéndose en el primer australiano condenado por un delito de trata de personas.
Los documentos judiciales revelaron que compró un boleto de ida para que su esposa nacida en India y su hijo nacido en Australia viajaran de Sydney a India en marzo de 2017.
La mujer le contó a la policía que temía por su vida y que la amenazaron con matarla si no aceptaba sus demandas.
Imágenes de seguridad capturadas en el Aeropuerto Internacional de Sydney muestran a la mujer visiblemente angustiada discutiendo con el hombre en el área de salidas antes de abordar el avión con su bebé.
El hombre intentó retirar la solicitud de visa de su esposa, impidiendo su regreso a Australia. Pero logró regresar dos meses después y alertó a las autoridades sobre la situación.
La policía federal allanó una casa en Lidcombe en septiembre de 2017 y abofeteó al hombre con un aviso de asistencia al tribunal. Luego fue arrestado en noviembre en el aeropuerto de Sydney cuando intentaba abordar un vuelo a Bangkok.
Se declaró culpable de un cargo de trata de personas (salida de Australia).
Su esposa emitió una poderosa declaración de víctima a la corte, diciendo que el incidente tuvo un impacto severo en su vida.
“Debido a sus acciones, vivo con miedo y estrés constantes al saber hasta dónde llegará para encontrarnos y hacernos daño. Este miedo y estrés impactan mi salud física, emocional y mental”, declaró la mujer
“Tengo que tener cuidado con con quién hablamos y adónde vamos, para asegurarme de que nuestra información privada no se comparta con él. Tengo mucho cuidado cuando salgo de casa. Evito salir de casa a menos que sea absolutamente necesario. Debido a sus acciones y amenazas, estoy constantemente preocupado por mi hija. Me preocupo por esto todos los días. Siempre estoy pensando en cómo mantener a mi hija a salvo. Esto es muy estresante para mí. Cosas ordinarias como ir a las tiendas o al parque se han vuelto más difíciles porque temo por nuestra seguridad”, testificó la esposa.
La comandante de la AFP, Hilda Sirec, informó que la trata de personas no se discute con frecuencia o ni siquiera se considera un problema en Australia. “A menudo no se informa, pero la realidad es que Australia no es inmune a la trata de personas y las víctimas en nuestras comunidades están sufriendo en silencio”, comentó.