Vigilancia policial es nula: La delincuencia se apoderó del casco comercial de Porlamar

Vigilancia policial es nula: La delincuencia se apoderó del casco comercial de Porlamar

Corresponsalía LaPatilla.com

 

 

 





La delincuencia se apoderó de las calles y avenidas del casco central de Porlamar, en la isla de Margarita. Los comerciantes del lugar denuncian que alrededor del 70% de las tiendas cerraron definitivamente sus santamarías, mientras el resto enfrenta a diario los ataques de la inseguridad reinante en esa zona a lo cual se adicionan las escasas ventas.

Por: Lisbeth Miquilena / Corresponsalía LaPatilla.com

Lamentan que las calles emblemáticas y los bulevares que fueron símbolo de pujanza en la Isla ya no brillen como antes.

Unos de los principales atractivos turísticos de la isla de Margarita, como fue el Puerto Libre, hoy luce acabado y arruinado.

 

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Cuadras completas de locales cerrados, postes sin luminarias, basura por doquier y trabajadores a las afueras en espera de un cliente, se observa en los bulevares Gómez y Guevara, así como en las calles Zamora, Velásquez, San Nicolás e Igualdad de Porlamar, municipio Mariño.

Los comerciantes que sobreviven a esta crisis, lamentan que la inseguridad sea la que reine allí y los mantenga azotados.

Kamel Mackled, propietario de una tienda de electrodomésticos reiteró que la delincuencia inundó las calles y que en ocasiones se registran secuestros, homicidios y robos, lo que generó el alejamiento de los compradores.

“Aquí te quitan hasta el teléfono, por eso la gente siente miedo de venir al centro, pero es por esa misma situación”, subrayó Mackled.

 

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José Francisco Salazar, administrador de un almacén en el bulevar Gómez, en Porlamar, afirmó que con frecuencia se registran delitos que van desde arrebatones de prendas y celulares, hasta el desvalijamiento de vehículos, lo que según manifestó, les afecta en sus ventas, puesto que los usuarios prefieren irse a los centros comerciales.
Por la misma inseguridad, tampoco los turistas frecuentan esa zona. “Esto es un caos total. Hasta las baterías de los carros se las roban. ¿Quién va a venir a comprar así corriendo tantos riesgos?”, exclamó Salazar.