Prácticas corruptas: “rebusque” de algunos empleados públicos para “compensar” salarios de hambre

Dos mujeres sostienen carteles en una manifestación, en Caracas (Venezuela), en una fotografía de archivo. EFE/Miguel Gutiérrez

 

 

El Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin) de Venezuela alertó sobre el aumento de los casos de depresión entre trabajadores venezolanos por la baja remuneración que reciben.





Por Corresponsalía lapatilla.com

Los representantes del Inaesin alertaron que los trabajadores de la administración pública son lo más afectados económica, social y psicológicamente por los bajos salarios. Aseveraron que se trata de “un problema de salud pública”.

La caída abismal del salario y la pérdida del poder adquisitivo ha generado en Venezuela, una fase cruel y negativa, un círculo vicioso de sobrevivencia que ha llevado a la corrupción a algunos empleados públicos que se “rebuscan” de esta manera para sobrellevar la crisis.

Por ejemplo, hacer un trámite legal (que es un derecho de todos los venezolanos), como sacar cédula de identidad, pasaporte o tener una partida de nacimiento, entre otros trámites, se obtiene pagando “bajo cuerda” a los empleados de estas instituciones. De lo contrario, el proceso es viciado, largo y tedioso hasta el punto de no obtenerlo.

Esto ha generado un clima de corrupción en la sociedad, donde se perdió el respeto a la condición humana y a las instituciones públicas. Comenzó la era de sobrevivir a costa de la que fuera.

Marañas para sobrevivir

La caída del salario por la crisis económica abrió la puerta a la era de corrupción más grande vivida en el país petrolero.

 

 

Ana Fuentes, una maestra de escuela en Maracaibo, contó a LaPatilla su experiencia para poder renovar la cédula, en seis ocasiones acudió al Saime de Valle Frío en Maracaibo, llegaba a las 4:00 am y no podía obtener número para renovar su documento de identidad.

Veía llegar gente a las 8:00 o 9:00 de la mañana entrar y poder cumplir el proceso. “Empecé a indagar porque llegaba tan temprano y no podía obtener número. Me dijo la señora que saca copias en una esquina contigua: si quieres cédula, debes pagar 25 dólares, que son 10 dólares para el funcionario y 15 dólares para el jefe de la oficina”.

De allí comprendió el círculo vicioso que se generó en las instituciones del Estado. Abordó a un empleado y éste le confirmó lo dicho por la señora de las fotocopias. “Me dijo que si a mí me gustaba comer tres veces al día, a ellos que con su sueldo solamente se hubieran muerto de hambre ya”.

Por eso la administración pública dejó de ser una fuente atractiva de trabajo para los venezolanos, debido a la incidencia negativa de la crisis económica en los sueldos y salarios, que se traduce en una caída del 99% en los últimos ocho años, según estudios de la dirección ejecutiva de Fedecámaras Zulia.

“Salarios de hambre”

Los trabajadores dependientes de entidades gubernamentales están destinados a vivir con “un salario de hambre” como lo denominan algunas personas: 7,00 bolívares al mes más un bono de alimentación de 3,00 de bolívares fijados a partir del 1° de mayo de 2021, de acuerdo con el anuncio oficial de Eduardo Piñate, ministro del Trabajo del régimen chavista.

La cifra integral de 10,00 bolívares equivalía a 3,50 dólares el día 3 de mayo; hoy en 2022 son 2 dólares, el sueldo más bajo del continente. El régimen venezolano para defenderse, responsabiliza al gobierno de los Estados Unidos de esta realidad.

Sin embargo, tras una minuciosa revisión documental se determinó que en el mundo hay 43 naciones sancionadas por el gobierno de EEUU y, en la mayoría, los trabajadores gozan de sueldos más altos que en Venezuela.

 

 

Alberto Domínguez, miembro de la Unión Central de Trabajadores de Venezuela, dijo que el salario de los trabajadores ha sido pisoteado. “Pagar menos de un dólar al mes es una falta de respeto. Viola todas las leyes internacionales y por eso los trabajadores han tenido que reinventarse para poder comer, otros han emigrado y muchos tocan fondo engrosando las cifras de pobreza extrema”.

Los bonos no detienen la deserción

La ola de abandono de los puestos de trabajo, según la Federación de Trabajadores del Zulia (Fetrazulia), supera 30% en la administración pública. Su representante Carlos Petit dijo que alrededor de 600 mil personas en la región trabajaban para el gobierno nacional, regional o municipal.

“Actualmente hay una baja de capital humano en la administración pública y la razón es obvia. No hay incentivo ni remuneración justa para los empleados públicos que reciben un salario de hambre 10 bolívares. No les alcanza ni para el pasaje diario. Trabajas 22 días para pagar el pasaje de un solo un día. Ningún trabajador soporta eso”, alega Petit.

Ante la deserción de empleados públicos en todo el país, el régimen ha implementado dos bonos al mes que son pagados a través del Sistema Patria: uno denominado “máxima eficiencia”, que es de 15,40 bolívares, es decir, que la eficiencia la remunera el régimen con 3,50 dólares al mes; otro de 46,00 bolívares para un total de 61,00 bsD, lo que equivale a 12 dólares al mes.

Un trabajador de seguridad del Consejo Legislativo del estado Zulia (Clez) percibe un salario por cuenta bancaria de 15,00 bolívares quincenal, menos las deducciones de ley, terminan cobrando 11,80 bolívares más 62,00 bolívares a través del Sistema Patria, suma alrededor de 17 dólares al mes.

“Yo voy a renunciar. Seguir trabajando en la administración pública es un atraso. Tengo compañeros que han conseguido empleo en el sector privado y cobran 120 dólares al mes. No es mucho, pero es más que un sueldo del sector público”, dijo el trabajador.

Se conoció que algunas instituciones de la administración pública en Maracaibo cancelan a través del Sistema Patria lo que denominan “bonos compensatorios”, que oscilan entre 50 a 100 dólares, la cantidad la fija el patrono. Esto solo aplica para los cargos de jefes, coordinadores y directores.

El sector privado se las ha ingeniado para poder seguir a flote, pese al cierre de cientos de empresas en la región.

Profesionales mal pagados

Actualmente en las empresas privadas, los salarios están en un rango desde 100 dólares hasta 400 dólares (cargos gerenciales), por lo que es más atractivo trabajar allí.

Cibeles Díaz trabaja en una firma de contadores. Es secretaria y asume otras responsabilidades. Percibe un salario de 100 dólares mensuales, más 18 bolívares en efectivo para los pasajes. Debe dormir en la empresa, cuatro días a la semana. El patrón le proporciona desayuno, almuerzo, cena y condiciones óptimas para dormir.

 

 

“No me gusta dormir allí, prefiero ir a mi casa, pero si voy y vengo todos los días son dos dólares en pasajes y me debo ir caminando del centro a mi casa. Esos son 10 dólares a la semana, o sea 40 al mes, por lo que me quedarían 60 dólares que es poco, pero prefiero eso antes que nada”, dijo

Para el sociológico Adnovio Suárez un gran número de la población zuliana se atrevió a decir en un sondeo que 60% se siente pobre, inferior y hasta miserable por no tener para cubrir sus necesidades básicas, la alimentación y la educación.

Para Suárez, los ciudadanos no tienen calidad de vida. “Muchos individuos que se preparan académicamente (profesionales y técnicos medios), trazaron unas metas en su vida, disfrutar y cosechar éxitos económicos con su trabajo. Hoy se ven en la ruina, muchos no poseen ni un buen calzado, producto de la crisis económica que atraviesa Venezuela, especialmente en los últimos ocho años”.

Para el vocero de Fetrazulia el régimen viola el artículo 91 de la Ley Orgánica del Trabajo que establece que el trabajador debe devengar un salario que le permita adquirir la canasta alimentaria. El colapso del salario mínimo y el poder adquisitivo, según algunos economistas, inició en el año 2013. A continuación veamos la pulverización del salario en Venezuela:

 

 

De acuerdo a datos publicados por la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), en el país trabaja el 59% de la población económicamente activa.

Estos datos ubican a Venezuela como el país que menos trabaja en el continente, superando a naciones como México y Argentina. El propio Nicolás Maduro reconoció en su memoria y cuenta del 13 de enero de 2021 que el empleo informal había crecido de un 40% a un 43% en Venezuela.

Las desigualdades se acrecientan en Venezuela, tal y como pone de manifiesto la gran disparidad de salarios entre el sector público y privado, donde el promedio de los salarios es quince veces mayor.

La remuneración mensual total promedio en enero de este año fue de 55 dólares en Venezuela, de acuerdo al Índice de Remuneración de los Trabajadores (IRT) presentado por el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF).

Urge un cambio

Para Nora Bracho, diputada de la legítima Asamblea Nacional “es doloroso ver las necesidades de los zulianos. Trabajar un mes y no poder ni siquiera comprar un cartón de huevo. Es un grave problema”.

 

 

“A nosotros nos duele el pueblo. Este país está sumergido en la crisis y el régimen no la detiene, solo ampara acciones de corrupción en todos los niveles para que altos funcionarios civiles y militares, los mantengan en el poder”, denunció.

Considera la parlamentaria que en Venezuela urge un cambio democrático para retomar la institucionalidad y respeto por los derechos de la gente. “De allí que debemos iniciar un cambio estructural que permita recuperar el poder adquisitivo y la calidad de vida”, puntualizó.