Hospital Central de Maturín, donde el agua no existe y las botellas de refresco son la “solución”

Hospital Central de Maturín, donde el agua no existe y las botellas de refresco son la “solución”

 

 





Quienes tienen un familiar recluido en el Hospital Universitario Dr. Manuel Núñez Tovar, no solo deben lidiar todo lo que ello implica debido a la falta de insumos y medicamentos. A esto se le suman otros problemas como la escasez de agua, principalmente en los pisos cuatro y cinco.

Por: Corresponsalía lapatilla.com

Aunque el problema es de vieja data, enfermos y parientes cuentan la odisea que significa no contar con este recurso tan importante. La situación es de tal magnitud que muchos deben llevar agua en botellas de refresco usadas y almacenar para el aseo personal de los pacientes.

José Javier Figueroa está hospitalizado desde hace 29 días en el cuarto piso tras sufrir un accidente automovilístico, lo que le produjo una fractura de fémur. Sin embargo, debido a la paralización del servicio de Rayos X que se encuentra en remodelación y supuestamente iba a ser reactivado la semana pasada, pero aún sigue inactivo.

 

 

“Para operarme tengo que tener la placa de fémur, pero como Rayos X sigue sin reactivarse, tengo que seguir esperando porque la única forma que me operen es que me haga la radiografía en un centro privado y eso cuesta entre 15 y 20 dólares, dinero que no tengo. En todo este tiempo que llevo aquí mi familia tiene que traer agua de la casa o esperar en la noche para llenar en un chorrito que llega en un baño al final del pasillo”, contó Figueroa.

Por su parte, Betzibé Ramírez, quien tiene a su hermana hospitalizada, acumula dos meses esperando para una cirugía, aunque ya fue operada, tuvo que ir a un CDI para que le hicieran la placa. Cuenta que durante el día no llega nada de agua a los cuartos, solo algunas noches es cuando llega y aprovechan de llenar los recipientes que pueden.

“Tenemos que traer agua de nuestras casas más que todo para el aseo personal. Otro problema es la falta de bombillos en los cuartos. Esto de noche queda oscurísimo y la única forma de uno alumbrarse es con las linternas de los teléfonos”, narró Ramírez.