Las estrategias de los comerciantes en Anzoátegui para atrapar a los clientes

 

Los créditos vuelven a aparecer en las zonas comerciales de Anzoátegui para sortear la crisis, aunque ciertas condiciones aplican. La inyección de divisas a la economía venezolana, tanto por el Banco Central como por las llamadas remesas, han generado una cierta “estabilidad cambiaria” distinta a la realidad de los últimos años cuando el bolívar se devaluaba a diario.





Por Corresponsalía

Los comerciantes vieron en esta relativa “recuperación económica” una posibilidad de salvar sus negocios. No fían la mercancía, pero ofrecen planes crediticios para mantener las ventas. “El sistema de apartado, los pagos en cuotas por hasta seis meses (en divisas) han reaparecido poco a poco en las zonas comerciales de Anzoátegui”, según Wael Raad, presidente de la Cámara de Comercio y Pequeños Industriales de Barcelona.

“La circulación de divisas fuertes que permiten la relación comercial, permite cierta flexibilidad a los comerciantes”, aseguró Gilberto Román, economista, quien atribuye la reaparición de los créditos a la dolarización no oficial del sistema monetario venezolano.

En los negocios es frecuente la aplicación de esta estrategia en el ramo textil, del calzado, línea blanca y marrón, tecnología y otros productos para que compradores aseguren la mercancía que desean adquirir y pagarla en un lapso promedio que va de 30 días a 6 meses, según el criterio que aplique el comerciante.

Esto no es fortuito, pues según el Observatorio Venezolano de Finanzas, el dólar circula 65% más que el bolívar. “El comerciante siempre busca las maneras de poder vender más, de poder sacar la mercancía y se refugia en el dólar que ha venido a darle oxígeno a la economía. Por eso los créditos y apartados son en moneda dura”, aseveró Raad haciendo referencia a las fuertes fluctuaciones del bolívar de los últimos tres o cuatro años.

El apartado

 

 

La estrategia más común es el sistema de apartado a 30 días. “Las condiciones las establece el comerciante”, afirmó el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona.

Pero hay coincidencias en los establecimientos. Por ejemplo, en una compra por un monto de 30 dólares, el cliente escoge el producto, da una inicial entre 5 a 10 dólares y tiene 30 días para culminar la transacción y llevarse lo elegido.

El presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Wael Raad, informó que más del 25% de los negocios de la localidad han optado por recurrir a esta alternativa, y como representante gremial, extendió un llamado al resto para que hagan lo propio.

El dinero no alcanza

 

 

Carmen Morales, cliente de un negocio, aseguró que apartar artículos es una buena forma de sortear los bajos ingresos, adquiriéndolos con facilidad sin desviar el dinero a otros gastos. “Tienes la divisa, quieres comprar algo, pero no te alcanza. Entonces, lo apartas. Cuando completas, lo pagas y así no gastas el dinero en comida, que es lo que más se gasta, en comida”.

La modalidad es común entre los jóvenes, quienes destinan parte de su salario para comprar ropa o zapatos. “Ves un pantalón o una camisa, cuesta 10 o 20 dólares, si lo dejas apartado, pagas la mitad, y cuando cobras, pagas lo que falta. No pega tanto en el bolsillo”, dijo Yesander Navas, trabajador de la administración pública.

“Las muchachas siempre preguntan si pueden apartar los tacones o los deportivos (calzado). Cuando les dices que sí, se alegran”, cuenta Marbelina Suárez, trabajadora de una zapatería.

Créditos discrecionales

Aunque existe la modalidad de compras a crédito, con la cual el cliente puede llevarse el artículo pagando una inicial, esto no es lo más común en la actualidad. Además, ciertas condiciones aplican según el establecimiento.

“Yo doy crédito a mis clientes de años. Lo pienso más con nuevos clientes, porque es un riesgo. Deben venir muy bien recomendados, porque vendo productos caros”, dijo un comerciante dedicado al ramo de electrodomésticos en Puerto La Cruz.

“Si una nevera cuesta 600 dólares, por ejemplo, el cliente paga el 30, 40 o 50 por ciento del precio y establecemos cuotas quincenales o mensuales”, precisó el comerciante. Comentó que da plazo de hasta seis meses para cancelar la mercancía. “Se lo llevan de inmediato los clientes tradicionales y al finalizar las cuotas, los nuevos clientes”.

Para el economista Gilberto Román estos métodos son alternativas para mantener la dinámica económica. “No hay regulación para esta actividad, lo que le importa a los comerciantes es establecer el flujo de caja, ingresos fijos, para reponer inventarios o cubrir gastos”.

Congelan los precios

 

 

En Venezuela, se está presentando un fenómeno atípico de la economía y es la devaluación del dólar. “Los precios aumentan hasta en divisas, aunque en menor porcentaje, por factores como el transporte, lo cual encarece los productos”, según Román.

Algunas tiendas como Punto Cerámica, en la avenida principal de Lechería, tienen un sistema de congelación de precios, previo convenio de pago tras la consignación de la inicial. “Se establece un acuerdo de pago, das la inicial y se congela el precio por un tiempo, ya eso es tuyo. Obviamente, tienes que cancelar en el tiempo de gracia”, aseguró una vendedora del establecimiento dedicado a la venta de pisos, grifería y algunos servicios para remodelación de espacios.

El apartado, el crédito y las ofertas vuelven a ser una alternativa para comprar y vender en medio de una economía, en la que según los especialistas, hay un 65% de circulación de divisas frente a la moneda nacional.