Rodrigo Cabezas Morales: Guiados por la conciencia, no hay temor en la lucha por la libertad

Rodrigo Cabezas Morales: Guiados por la conciencia, no hay temor en la lucha por la libertad

1. Uno de los célebres de la literatura universal de todos los tiempos, William Shakespeare, afirmó: “Lo hice honradamente, guiado por la regla imparcial de mi conciencia; por eso no me veréis mendigar un perdón vergonzoso e incierto”. Este acto fundacional del movimiento ZULIA HUMANA, reafirmación del compromiso con la democracia y la libertad, y de solidaridad con un pueblo condenado, como nunca antes, al sufrimiento por una devastación económica y humanitaria, es una jornada conducida por la conciencia de la libertad.

No hemos renunciado, ni renunciaremos jamás a lo que hemos sido, a lo que somos, a como hemos decidido morir: Militantes de la izquierda democrática y de la igualdad de oportunidades para los seres de la tierra, defensores de los DDHH y de la naturaleza, solidarios y amorosos. Los ideales que abrazamos desde la juventud, hizo que colocáramos nuestra confianza y esperanza en una revolución que prometió más democracia, más igualdad, más justicia, una ética incorruptible, una nueva economía para el progreso y la mayor suma de felicidad posible.

Hoy podemos decir, de nuevo desde nuestras conciencias y principios, y con sentido de la dimensión histórica, que aquello naufragó, la mal llamada revolución bolivariana terminó en un descomunal fraude, una estafa a un pueblo humilde que la acompañó como mayoría social.





Los que la representan se deslizaron hacia un estado de corrupción generalizada, nuevos prepotentes ricos, extorsionadores de oficio, “jeques” multimillonarios exitosos en asaltar el tesoro de la nación como botín de guerra; perdida absoluta de la vergüenza frente a los trabajadores, campesinos, profesionales y empresarios que se afanan por sobrevivir honestamente. Bucaneros de la gerencia pública que esquilmaron y
quebraron a PDVSA, SIDOR, La Petroquímica, Venalum, Interalumina, CANTV y a miles de empresas expropiadas al sector privado del mundo agrícola, petrolero e industrial. Filibusteros en la conducción no profesional y científica del BCV, la industria petrolera, Ministerios de la economía y Finanzas, salud, Educación, Educación Universitaria y de ciencia y tecnología.

Élite política engreída en el supuesto que pueden tener a una nación como rehén y humillada su alma nacional, a partir de controlar la violencia de las armas, el control social a través de dádivas y bolsas de comida que sustituyen el salario, la subordinación indignantes del poder judicial, y el alegato de todos los días de intentar excusarse de su descomunal fracaso en el gobierno norteamericano.

El resultado es la más devastadora crisis económica y humanitaria, solo superada, en 200 años de república, por el periodo de la guerra de independencia del siglo XIX. Unas pocas cifras de la destrucción lo constatan: el 67% de nuestra población vive en la pobreza atroz, 600 mil niños menores de 5 años están en situación de desnutrición crónica, más de 5.5 millones de los nuestros se han marchado buscando en otras tierras extrañas una mejor oportunidad de una vida digna. En fin, se ha consumado la traición más grande de la historia patria.

2. Era y es imposible seguir acompañando este tiempo oprobioso. A la revolución bolivariana llegamos como militantes de la izquierda democrática, y como militantes de la izquierda democrática partimos. Nos preguntamos qué deberíamos hacer en Venezuela y en el Zulia, y nos respondimos inmediatamente: Acompañar, a todo riesgo, a nuestro pueblo, junto a las fuerzas políticas y sociales democráticas aglutinadas en el FAVL y en el Movimiento Salvemos Venezuela.

Superamos el chantaje madurista de acusarnos de traidores o algo parecido.

Digo acá con la mayor firmeza y convicción principista que es falso de toda falsedad que el dilema político venezolano sea entre la derecha y la izquierda, entre el G4 y el psuv. La batalla histórica planteada es entre una gran nación, VENEZUELA, y la elite política corrompida y violadora de DDHH.

Esa nación en la que nacimos, vivimos y amamos puede contar con nosotros en la lucha por darle una salida civilizada, pacífica, democrática y electoral a la crisis. A los que creyeron en aquello, les convocamos a la lucha con las banderas de la libertad, la democracia y la justicia; no tengan miedo, no les tengan miedo, una abrumadora mayoría del pueblo les espera.

Permítanme transmitir esto que es muy personal. Si no hubiéramos producido una ruptura definitiva con el engaño bolivariano, si no fuéramos leales al sentimiento de cambio de la nación, si no estuviéramos al lado de los partidos y movimientos sociales democráticos, no podríamos mirar a los ojos de nuestros amados hijos que se fueron al extranjero por estado de necesidad, y habríamos vendido, entregado, rendido, toda esperanza de los niños y niñas y jóvenes que nos quedan en la patria. En estas palabras están mis tres hijos en la lejanía de su país, y mis adorados nietos Miranda y Gilbertico, que acá queremos que sean felices.

3. No quedando dudas de nuestras convicciones y de las razones por las cuales luchamos, venimos a convocar al Zulia combativo e irredento, al Zulia de la ciudad y el campo, a sus trabajadores manuales e intelectuales, a sus jóvenes, a que sean protagonistas de un gran paso en el camino de reconquistar la libertad y la democracia, para iniciar la reconstrucción de lo destruido, para sembrar de nuevo donde se haya marchitado la esperanza, para encender la luz en la oscuridad, para soñar con una patria que sea feliz.

El movimiento ZULIA HUMANA nace con este ideal para ayudar al gran cambio político democrático de la nación, contribuyendo lealmente en la construcción de una opción unitaria nacional para nuestro pueblo, y con ello, derrotar a la autocracia gobernante en elecciones presidenciales libres.

4. Al terminar estas líneas, pienso en los caídos, torturados, humillados, hambrientos, enfermos, desempleados, migrantes y en las familias que sufren. Con ellos, por ellos, recordé un poema valiente, rebelde y
esperanzador de la escritora nicaragüense Gioconda Belli, su poema “Huelga”.

Huelga
“Quiero una huelga grande…
Una huelga de ojos, de manos y de besos.

Una huelga donde respirar/no sea permitido.

Una huelga donde nazca el silencio/
para oír los pasos
del tirano que se marcha”
Viva Zulia Humana. Viva la Unidad Democrática. Viva la Patria esperanzada.

2-4-22