La casa abandonada que fue abierta después de 40 años

La casa abandonada que fue abierta después de 40 años

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Como si se tratara de un túnel del tiempo, cuando se abren las puertas de esta casa se encuentra un sin fin de “reliquias”. Están mezcladas entre montones de basura y luchando una guerra contra la humedad y el paso del tiempo, sin embargo con algo de limpieza podrían multiplicar su valor. Es por eso que cuatro décadas más tarde se decidió abrir la vivienda para subastarla junto con los artículos de su interior.

Por: Clarín





Ubicada en la localidad de Blaenrhondda, en Gales, según explicaron los representantes inmobiliarios a cargo de la venta, esta casa de tres ambientes pasó más de 40 años cerrada sin que nadie entrara ni saliera. Las ventanas fueron tapiadas y, si bien su historia completa no trascendió, se presume que sus dueños dejaron de vivir allí y ya no hubo más movimiento en su interior hasta ahora.

De cara a la subasta que partió de un piso de 22 mil dólares, se publicaron las imágenes del edificio al que todos los vecinos ignoraban, ya que hacia afuera era simplemente un paredón gris y olvidado. Rápidamente estas fotos trascendieron en los medios y las redes sociales.

Según explicó Sean Roper, agente de Paul Fosh Auctions, al medio Wales Online: “Entrar en la casa es como retroceder en el tiempo”. Él fue el “privilegiado” que pudo ingresar al inmueble y recorrer los pasillos entre basuras y decoraciones de alto valor.

Es que en toda la propiedad hay indicios de que fue golpeada por el paso de tiempo. Los signos de yeso húmedo y desmoronado sugieren que la vivienda necesita una renovación completa, desde el techo y las canaletas en la parte superior hasta una limpieza y arreglo para la humedad en la parte inferior. Sin embargo, si se cuenta con el capital para hacerlo, podría resultar un gran negocio.

“Es como si los dueños anteriores simplemente cerraran la puerta principal y se fueran dejando todo casi como lo habían utilizado hace cuarenta años. La decoración y el maravilloso papel de la pared se remontan a los años sesenta y setenta”, añadió Roper.

Aunque aclaró que esta propiedad no es para cualquiera: “Es una oportunidad maravillosa para alguien con imaginación que quiera adquirir una casa tradicional adosada que necesita una modernización completa. Los nuevos propietarios no pueden simplemente abrirla y mudarse, hay un poco de trabajo que debe hacerse para llevarlo a los estándares modernos”.

La distribución del inmueble, hasta donde se puede ver, cuenta con dos salones, una cocina y un cuarto trasero (presumiblemente el baño actual en la planta baja). También hay dos o tres dormitorios en el piso de arriba, dependiendo de dónde quiera colocar el baño el nuevo propietario.

Nada más alcanza con dar unos pocos pasos en la entrada para toparse con todo lo que esta vivienda ofrece, por un lado restos de ropa, maderas y otros artículos por el suelo y por el otro unos destacados azulejos victorianos en las paredes, a ambos lados de la puerta principal, que representan flores y frutas. En el suelo se destacan baldosas de Minton que se extienden a lo largo del pasillo.

Una chimenea original de la década de 1930 es la característica vintage que se destaca en el living. Además, todos los contenidos de la casa todavía están en su lugar. El sofá, el sillón y la televisión de los antiguos ocupantes permanecen, al igual que la decoración de la década de 1970, que incluye papel tapiz .

En otro salón se encuentra una segunda chimenea, que probablemente data de los años 20 o 30, según lo expertos.

La cocina definitivamente es uno de los grandes problemas de esta casa. El techo colapsó y la habitación es un desastre. Todavía conserva algunos muebles, pero aquí habrá que trabajar mucho para refaccionarla.

En la parte superior se encuentran las habitaciones, de gran tamaño, ya que en su interior hay camas dobles y con buena vista hacia las montañas ubicadas en la cercanía.

Los subastadores que inicialmente inspeccionaron la propiedad antes de la venta quedaron asombrados por lo que vieron en el interior. Según se explica en el sitio local: “El pueblo de Blaenrhondda está situado al norte de Treherbert y Treorchy y se encuentra en una zona semi rural rodeada de un paisaje atractivo y maravillosas vistas de las montañas cercanas”.