Kuznetsov, el portaaviones de Putin no levanta cabeza: nuevos fallos lo dejan fuera de servicio

Kuznetsov, el portaaviones de Putin no levanta cabeza: nuevos fallos lo dejan fuera de servicio

El portaaviones Almirante Kuznetsov entró en servicio en 1991 y su primera acción de combate tuvo lugar en la guerra de Siria en 2016

 

 

 





 

Rusia no levanta cabeza. A las ingentes pérdidas militares sufridas en los tres meses de guerra en Ucrania, donde han fallecido más de 20.000 soldados con la destrucción de cientos de tanques más siete barcos dañados o hundidos, se suma ahora un nuevo revés militar. Se trata del Almirante Kuznetsov, el único portaaviones de Rusia -que entró en servicio en 1991- y que ha tenido una vida lastrada por numerosos percances. El mayor buque de la Marina rusa ha vuelto a sufrir otro retraso en el proceso de revisión y reparación, por lo que no volverá a entrar en escena hasta el año 2024 como muy pronto, según ha informado la agencia rusa TASS.

Por: La Razón

Esto significa, entre otras cosas, que si la guerra de Ucrania se enquista aún más, Moscú no podrá recurrir a una de sus principales armas de ataque por mar. También se perderá el desfile naval del próximo 31 de julio en San Petersburgo, donde un grupo compuesto por 47 barcos de combate, cañoneras y submarinos participará en el Desfile Naval Principal de Rusia.

El Kuznetsov fue botado en 1985 y diseñado bajo el paraguas de la estrategia nuclear de la era soviética con el objetivo fundamental de proteger a los submarinos nucleares portadores de misiles misiles balísticos intercontinentales. Su primer nombre fue Riga. Poco después fue rebautizado como Leonidas Brezhnev. En 1987 se llamó Tbilisi y finalmente quedó como Almirante Kuznetsov en honor al héroe soviético de la Segunda Guerra Mundial.

En 1991, tras la desintegración de la URSS y en medio de discrepancias con la recién independizada Ucrania, que reclamó la propiedad del portaaviones, el Kuznetsov permaneció amarrado durante años y no volvió a estar operativo hasta 1995. Su primera misión fue un despliegue en el Mar Mediterráneo y entre sus misiones más relevantes figura el intento de rescate de la tripulación del submarino Kursk. La primera acción de combate del barco tuvo lugar en 2016, en plena guerra de Siria, cuando despegaron de su cubierta aviones Su-33.

El único portaaviones ruso se halla inmerso en un proceso de reparación tras detectarse defectos en los trabajos de renovación. En diciembre de 2019, al menos un militar murió y doce personas resultaron heridas por un incendio a bordo del barco. El año anterior sufrió daños durante los trabajos de reparación cuando el dique flotante que lo sostenía se hundió y una grúa se estrelló contra su cubierta.

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