Menos de un 10% del sector textil y confección del municipio Pedro María Ureña en el estado Táchira, se encuentra abierto, luego de que gran parte de las empresas fabricantes cerraran por falta de servicios públicos como electricidad, y después de que la mano de obra calificada emigró a Colombia.
Por Anggy Polanco / Corresponsalía La Patilla
Devis Gómez, un fabricante de blusas para dama de la citada localidad, recordó que tras el cierre de frontera, las ventas se cayeron, debido a que las personas comenzaron a pasar directo a Cúcuta a realizar sus compras.
Por eso esperan que se reanude el intercambio comercial lo antes posible, a fin de que se vuelva a reactivar el aparato económico y productivo.
“Ureña tiene muchísimo para ofrecerle a los consumidores del interior del país y a los del Norte de Santander”, expresó el comerciante.
“Tenemos muchos cortes de luz, y eso en la parte productiva nos afecta mucho, hace que los tiempos de producción se alarguen mucho y los costos se incrementen”, relató Gómez.
Por ello, el anhelo de las empresas que fabrican y venden al mayor y detal prendas de vestir, es volver a los años dorados de Venezuela, cuando en las temporadas decembrinas los locales de Ureña se llenaban y no se daban abasto para atender a todos los compradores.
Juan Pimiento, propietario de la Fábrica Industrias Pimiento Jean, manifestó que están “guapeando” en esta zona de la frontera tachirense y a la espera de que las autoridades gubernamentales puedan ayudar a mejorar los servicios como agua, electricidad, gas, entre otros, pues el objetivo es generar más fuentes de empleo.
“Esperamos una fecha, posiblemente no tan lejana, porque nos está afectando. El comercio acá está como se ve, muerto”, calificó Leonor Carrillo, otra comerciante de la zona fronteriza.