La construcción del Hospital de Aguasay se inició en el año 2000 y prometieron que serviría para atender a los habitantes de los cuatro municipios del estado Monagas: Aguasay, Ezequiel Zamora, Santa Bárbara y Cedeño.
Por: Jefferson Civira /Corresponsalía lapatilla
Han sido varios gobiernos de oposición y del chavismo los que han pasado en los más de 20 años que lleva esta edificación, y a pesar de los ofrecimientos que se han hecho en los últimos años, aún no ha sido inaugurado.
El hospital tipo II “Doña Olga Morales” se construyó respondiendo a los requerimientos de diseño, basados en la ubicación cercana al estado Anzoátegui, con poblaciones de un radio de influencia de más de 100.000 habitantes. Así lo aseguró el exgobernador José Gregorio Briceño, quien señaló que en sus dos gestiones de gobierno (2004-2012), el centro de salud fue dotado con 60 camas, además de contar con servicios de medicina interna, pediatría, cirugía general y ginecología-obstetricia, laboratorios, Rayos X y odontología.
El exmandatario regional, ahora en el exilio, agregó que el área de emergencia se diseñó con espacios para incluir una unidad de quemados y trauma shock, previendo la atención a posibles accidentes, dada su cercanía con zonas petroleras.
Afirmó que el lugar cuenta además con amplios estacionamientos y espacio suficiente para futuras ampliaciones. Al finalizar su último periodo, aseguró que la infraestructura hospitalaria contaba con un 70% de avance.
En sus primeros años de construcción, bajo la administración del exalcalde adeco Hiromides Pierluissi, se había terminado un 90% de la estructura, justo cuando culminó su periodo en 2008. Áreas como la emergencia y hospitalización, estaban prácticamente listas para prestar servicio a la gente, de acuerdo a lo expresado por el actual director de la alcaldía de Aguasay, Humberto González.
Hospital de vanguardia
Cuando comenzó la gestión del exalcalde chavista José Galindo, que duró más de 12 años, en varias oportunidades junto a la exgobernadora psuvista Yelitze Santaella, se afirmó que tenían los recursos para inaugurar el hospital, incluso, se entregaron insumos y equipos médicos.
La exmandataria regional y actual ministra de Educación aseguró en cadena nacional que inaugurarían el recinto hospitalario en tres meses, promesa que no cumplió, pues ahora es un gran elefante blanco.
En una oportunidad se hizo una puesta en escena en la que se entregaban equipos para hacer ver a Nicolás Maduro que ya estaba todo listo para ser inaugurado, pero al transcurrir la tarde fueron retiradas camas, áreas de hospitalización, entre otros equipos. Maduro prometió que iría a Aguasay a cortar la cinta de inauguración del centro de salud.
El director de la alcaldía de Aguasay confirmó, además, que grandes equipos de aires acondicionados fueron sustraídos por efectivos de la GNB que “resguardaban” el lugar, denuncia hecha por los mismos vecinos del hospital.
En los más de ocho años que estuvo la exmandataria chavista, se informó en varias oportunidades por medio de notas de prensa un supuesto avance en los trabajos de este hospital, inyectando importantes sumas de dinero y entrega de equipos médicos.
Entre las informaciones difundidas por la gobernación rojita, destaca una publicada en el mes de junio de 2015 en la que se daba a conocer una inversión de casi 83 millones de bolívares -de ese momento- y un avance de 80%.
En la referida nota de prensa se informaba que la obra beneficiaría a 11.865 habitantes de esa jurisdicción y de otros municipios al oeste de la entidad. Santaella afirmaba que el centro hospitalario sería uno de los más modernos de la región, contando con equipos de alta tecnología e insumos quirúrgicos.
“El centro de salud contará con áreas de observación para adultos, emergencia pediátrica, trauma shock, área de nebulización, sala de pre y post operatorio, quirófano, sala de parto, Rayos X y oficinas administrativas al servicio de los monaguenses (…) En este nuevo nosocomio, se realiza el acondicionamiento de exteriores, optimización del sistema eléctrico, área mecánica, gases medicinales, aires acondicionados y equipamiento del pozo de agua para el buen servicio a las personas que acudan al centro médico”, rezaba el texto para ese entonces.
Promesas sin cumplir
Una de las tantas promesas del chavismo fue vociferada por el presidente de la empresa estadal Bienes, Obras y Servicios Monaguenses (Bosmoca), Juan Marcano, quien en marzo de 2021 dijo que antes de culminar ese año “los habitantes de Aguasay contarían con un hospital para más de 11.000 habitantes”, según reseñó el medio local El Periódico de Monagas.
Aunque en 2015 la propia exgobernadora Santaella señalaba que la obra tenía un 80% de avance, en 2021 el presidente de Bosmoca, afirmaba que la edificación tenía un 70% de construcción.
“Gracias a los recursos enviados por el presidente Nicolás Maduro y la gobernadora Yelitza Santaella, la empresa Bosmoca continúa las obras en materia de infraestructura hospitalaria en el estado Monagas”, fue lo que manifestó el funcionario chavista en nota de prensa.
Pero en septiembre de 2020, Alba Santaella, familia de la entonces gobernadora psuvista, presidía la empresa Bosmoca y anunciaba que junto a Corpoelec, Aguas de Monagas, el Instituto de Infraestructura y el Ministerio de Obras Públicas, “aceleraba la construcción” del Hospital de Aguasay. La funcionaria en ese momento dijo que se habían hecho labores de construcción del pozo y la colocación de un tanque de almacenamiento de agua potable.
“El Poder Popular organizado también es partícipe en la realización de los trabajos en el hospital de Aguasay, es una obra que perdurará en el tiempo y sé que será cuidado por cada una de las personas que acudan a este centro de salud aguasayero”, afirmaba la presidenta para ese momento de Bosmoca. Se trataba de otra mentira más del régimen rojito.
Sistema de salud precario
Tras las elecciones regionales del 21 de noviembre de 2021, el chavismo que gobernó Aguasay por más de 12 años, perdió la alcaldía, y el nuevo burgomaestre electo de oposición, Eduardo Maurera, encontró un ayuntamiento destruido.
El sistema de salud no escapó a la desidia gubernamental, al punto tal que la jurisdicción estuvo casi ocho años sin una ambulancia, por lo que los traslados y emergencias se hacían en vehículos particulares. Los lugareños recuerdan que en algunos casos, los pacientes fallecían en el traslado hacia el Hospital de Punta de Mata o el de Maturín, debido a las condiciones en las que eran transportados.
La directora de Salud de la alcaldía, Rutneidys López, contó a La Patilla que consiguieron un sistema de salud precario: consultorios populares sin ningún tipo de insumos, un ambulatorio que solo atiende primeros auxilios y una alcaldía sin recursos para resolver asuntos de salud.
Se refirió al Hospital Olga Morales y precisó que se hizo la petición para inaugurar el nosocomio, y aunque han traído insumos médicos, “se pierden”, entre ellos camillas que ahora desaparecieron.
“No hubo intención de nada, se politizó. Solo cuando venían elecciones, era que se prometía que iban a inaugurar el hospital, pero luego se olvidaban. Hay pacientes que mueren, por ejemplo, en la vía a Santa Bárbara, porque los centros de salud no cuentan con las condiciones para atender emergencias graves. En los consultorios populares y en el ambulatorio, los familiares deben comprar todo para recibir atención primaria”, expresó la funcionaria de salud.
La única ambulancia que tiene la localidad actualmente fue entregada meses atrás por el gobernador chavista Ernesto Luna y se encuentra a resguardo en el ambulatorio. Constantemente el centro asistencial es visitado por el mandatario local para evitar que el vehículo de emergencia sea usado para hacer diligencias personales como ocurría en la gestión anterior.
Actualmente hay una clínica municipal donde se atienden a personas de sectores lejanos en consultas como odontología. La municipalidad trabaja para ampliarla y contar con una emergencia, considerando la distancia que separa a Aguasay de otros municipios. Asimismo, estiman tener un laboratorio clínico con precios asequibles, pues solo existe uno privado.
¿Dónde está el dinero?
Entre los recursos aprobados por el régimen de Nicolás Maduro para terminar el hospital de Aguasay, destaca el que se anunció en julio de 2017 cuando en una supervisión hecha al centro asistencial, la exmandataria Yelitze Santaella cacareaba la aprobación de poco más de 2.000 millones de bolívares. Vale recordar que para ese entonces el bloqueo y las sanciones que tanto usan como excusa los dirigentes chavistas, aún no habían entrado en vigencia.
#AHORA ||??Pdte.@NicolasMaduro aprobó Bs. 2.022 millones para la reestructuración del hospital de Aguasay en #Monagas?? pic.twitter.com/gmuuLdfJxA
— VTV CANAL 8 (@VTVcanal8) March 3, 2017
A pesar de la hiperinflación de ese momento, la cifra antes señalada era una importante suma de dinero. Sin embargo, se desconoce en qué se invirtió. Durante la “inspección” de la obra, la exgobernadora chavista informó que antes de que concluyera el año 2017, entregarían ese hospital.
“Esta obra de gran envergadura le brindará asistencia médica no solo a los habitantes del municipio Aguasay, sino también a los de Santa Barbará. Aspiramos poner este centro de salud a disposición del pueblo antes de que culmine este año”, fueron las palabras de Santaella, días previos a la realización de las elecciones para la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente.
Pero en ese año no fue la única vez que se anunciaba la entrega de recursos para terminal el nosocomio. El 25 de octubre de 2017, la gobernación de Monagas daba a conocer por medio de un mensaje en Twitter, otra aprobación de recursos, pero en esta oportunidad sin especificar la cantidad de dinero.
Gob. Yelitza Santaella anunció la aprobación de recursos por el pdte Maduro para la culminación del hospital de Aguasay #Monagas #Maturin ;
— Gobierno de Monagas (@GobMonagas_) October 25, 2017
A pesar de los miles de millones de bolívares que en los últimos ocho años se destinaron para la culminación del hospital, hoy luce deteriorado, abandonado… Mientras, los habitantes de Aguasay y zonas aledañas que se ilusionaron con las promesas incumplidas, siguen esperando y rezando para caer en la desgracia de enfermarse.
