La increíble historia de Cristian Montenegro, el hombre que tiene una familia de trapo (FOTOS)

Cristian Montenegro cuenta que ha sido tildado de loco. – Foto: Alexandra Ruiz

 

Un beso apasionado paró el tráfico y llamó la atención de los transeúntes en Patio Bonito, un tradicional barrio del sur de Bogotá. Cristian Montenegro miró fijamente a su esposa, Natalia, la sostuvo en sus brazos y justo antes de que sus labios tocaran los de ella, hechos con icopor, dijo: “Es que así soñé a la mujer perfecta”. Natalia pareciera cobrar vida cada vez que Cristian, de 27 años, gira su rostro. Los ojos, fabricados en plastilina, los talló él mismo y los enmarcó con gafas, que reflejan lo intelectual y capacitada que es la mujer que él escogió como compañera de vida. Dice que ella estudió Contaduría.

Por Semana





La observa de arriba abajo, le acaricia su cabello sintético y la aprieta de la cintura. Explica que, aunque es hecha de trapo, encontró en ella lo que nunca una mujer de carne y hueso le brindó, como confianza y amor incondicional. La luce en las redes sociales, sale con ella a bailar, a restaurantes y de viaje por algunos municipios de Cundinamarca, pero no están solos. Tienen dos hijos: Daniel, de 6 años, y Leidy, cercana a cumplir los 4. También están hechos de trapo.

Mientras pasea con ellos en el parque y los toma de las pequeñas manos de porcelanicrón, Cristian cuenta que los niños no son fruto de su relación con Natalia. Ellos nacieron por el gran amor que le tuvo a una joven llamada Karen, una exnovia que quizás, como en la frase de la canción de Tito Nieves, lo motivó a vivir en “un mundo de mentiras, fabricando fantasías para no llorar”.

 

Cristian Montenegro cuenta que ha sido tildado de loco. – Foto: Alexandra Ruiz

 

Cuenta que ha sido tildado de loco, pero que en realidad siempre fue solitario y tímido, por lo que soportó el matoneo en su colegio. Algunos hablaban de que era víctima de brujería y, por eso, no lograba socializar con facilidad, pero él cree que se le dificultaba afrontar los problemas. A los 14 años se ennovió por primera vez con una niña del barrio, pero al año sufrió su primera decepción amorosa. Tiempo después conoció a Karen. “Era gordita, como la actriz de la novela Mi gorda bella. Me enseñó a orar, me llevó a una iglesia y a ser un mejor ser humano”, recuerda, con una sonrisa en su rostro.

 

Cristian Montenegro cuenta que ha sido tildado de loco. – Foto: Alexandra Ruiz

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