Con los países equivocados, por @ArmandoMartini

Armando Martini Pietri @ArmandoMartini

Sin pensar demasiado ni entrar en profundidades, sobre dónde está el mundo hoy, se siente como una tarea desalentadora, a veces deprimente. No se trata de predicciones. Comienzas con una evaluación, y en la medida que obtengas una estimación cercana a lo correcto, se restringe más resultados que cualquier bola de cristal jamás podría. En muchos sentidos, el arte de lo que es imposible.

Aprendemos tanto sobre nosotros como el mundo en el proceso. ¿Nos aferramos a esa necesidad de ser desafiados? ¿Creemos saber cosas que en realidad no lo son? demasiadas veces equivocados. Abordar problemas, es correcto y sensato, pero manteniendo riesgos para continuar dignos. Somos mayores, no sabios. 

Hay coincidencias sobre los mejores países del mundo. Modernos, avanzados en tecnología y salud, con futuro predecible, respetuosos de la Ley, calidad de vida e interesados en el planeta. Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, países nórdicos, reino de los países bajos, Canadá, Japón, Corea del Sur, Australia, Brasil, dos o tres más de Latinoamérica, y en Asia (no comunistas ni tiránicos). Pero nadie en su sano juicio, se atreve a mencionar Nicaragua, Cuba, Venezuela, Irán, algunos africanos, pocos a México, y unos cuantos a Colombia.





Sólo los alude el régimen castro-madurista, vocifera grandes planes, brillantes coincidencias que ayudarán al progreso y mejoría del venezolano. Adulteran la llegada de nuevas inversiones en esta tierra empobrecida, arruinada, sin seguridad personal ni jurídica, donde la independencia de poderes no existe, y también los señala algún exótico bajo vigilancia e intervención de Moscú, Pekín, Teherán y La Habana. Venezuela no ejerce control, es considerado parte de una campaña propagandística para fastidiar, perturbar al imperio. No es tema militar sino política internacional.

Mal vamos así, y como se expresa vulgar, “pelando”; “meando fuera del perol”. Los países que todos buscan, son los que tienen realidad activa de adelanto tecnológico, desarrollo científico, con un empresariado responsable y probado; economías afinadas, potentes, dinámicas; con una clase social, fuerte en salario y poder adquisitivo, no sólo capaces e instruidas, sino interesadas en hacer inversiones y expandirse en lugares donde pueda en el mundo. Sin embargo, en Venezuela, tierra de Bolívar, no están interesados, sino que son oficialmente rechazados.

Patético y angustiante leer informaciones oficiales sobre encuentros, pactos y acuerdos con países de mala reputación e insuficiente contenido financiero, vociferarlo la gran panacea, pócima para solucionar la grave crisis venezolana. ¿Ignorancia mundial, o estrategia fracasada? Pudiera entenderse en los primeros años de Chávez, cuando hinchado de dinero ajeno, quiso comprar fama de líder universal, revelando torpeza e impericia de la realidad internacional, sintiéndose como el sustituto de Fidel, que el tirano le había hecho creer, por la necesidad del chulo embustero de hambre por el petróleo gratuito. ¿Cómo olvidar el cruce de frontera para conducir un vehículo con el cruel, homicida y déspota Sadam Hussein? 

Con esos perversos compañeros estamos solos en el mundo, insolventes, empobrecidos y sometidos a propósitos extranjeros de Cuba, Rusia e Irán; los chinos sólo están pendientes de cobrar el montón de dinero que convenció se aceptaran sin necesitarlo. Hoy, perdidos por millones vaciados en corrupción, y bolsillos podridos de seguidores cercanos.

Cuando cayó el Muro de Berlín, Estados Unidos era el principal exportador mundial de democracia. No siempre consistente, ni con resultados positivos, pero ningún otro estuvo cerca. En el mundo se enfrentan los grandes, hacen negocios con paralelos y algunos pequeños, mientras el castrismo, mantiene pobres y en la miseria a maestros, médicos, pensionados, trabajadores en general, y, además, dilapida las arcas públicas con robo e incompetencia.

Las últimas dos generaciones de la humanidad han experimentado un período sin precedentes de expansión y prosperidad. La economía mundial se triplicó en tamaño, casi cada país se volvió significativamente más rico y más de mil millones de personas escaparon de la pobreza extrema, uniéndose a las filas de la primera clase media global de la historia, reduciendo la brecha de oportunidades entre países en desarrollo e industrializados avanzados. 

El progreso tecnológico resultante en inteligencia artificial erosionará las redes sociales e interrumpirá negocios y mercados. El shock inflacionario iniciado en 2021, consolidado en 2022 tendrá efectos económicos y políticos impredecibles. Será el principal impulsor de la recesión global, acrecentará la tensión financiera y activará el descontento social creando inestabilidad en el mundo.

@ArmandoMartini