Franklin Piccone: Los docentes y el cambio político

Franklin Piccone: Los docentes y el cambio político

El majestuoso estadio de beisbol de la Rinconada es el símbolo fiel que describe la importancia que el gobierno le da a los temas más apremiantes del país. Este socialismo de pan y circo privilegia la distracción ignominiosa, por encima de las demandas de una inmensa mayoría que subsiste en los umbrales de la pobreza.

Esta Venezuela, por un lado, de abundancia y de derroche; por otro, de escasez y sacrificio, va a sumergirse en una conflictividad social grave y profunda. Cuando vemos en la figura del primer mandatario los excesos de una vida de esplendores y su actitud cínica ante el rechazo público, caemos en cuenta que estamos en presencia de una dirigencia no solo infame, sino inconsciente de la tragedia humana que vive un pueblo.

Los profesionales y trabajadores de la educación, ahora acompañados de los padres y representantes, han comprendido que el rescate del sistema educativo pasa indudablemente por el cambio político. No existe la disposición de atender con la urgencia requerida las solicitudes del magisterio venezolano. Este gobierno sencillamente aniquiló el Estado Docente.





La educación de calidad como derecho humano que permitía la igualdad de oportunidades, ahora es privilegio de aquellos que pueden sufragar una formación privada en instituciones acreditadas. Las escuelas y los liceos sin maestros y sin profesores se multiplican por todo el territorio nacional.

Este apocalipsis educativo empeorará en el futuro inmediato, al constatar que no hay generación de relevo en los pedagógicos y demás centros de formación de profesionales de la educación. El éxodo de docentes continuará hacia actividades u oficios más remunerados.

Este gran río humano de educadores, trabajadores, padres y representantes, con su sacrificio consecuente, juega un papel fundamental de movilización y dirección política en esta hora estelar. No cabe duda que este magisterio alumbra el recorrido hacia la libertad y con su actitud decidida presagia el final de esta pesadilla.