Causa furor en TikTok y va por más: La chef venezolana Alejandra Morrison pone su toque criollo en España

Causa furor en TikTok y va por más: La chef venezolana Alejandra Morrison pone su toque criollo en España

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TikTok tiene una nueva estrella chef y es venezolana. Alejandra Morrison ama comer, tanto como cocinar, escribir e “inventar”. Sus saberes en diseño gráfico se convirtieron en el ingrediente secreto para presentar un arte culinario sinigual en incontables platillos. Con sus talentos recorrió Irlanda, Francia, Estados Unidos y ahora España, país donde reside actualmente. En medio de un éxito bien condimentado vale la pena hablar sobre su trayectoria repleta de emociones, creatividad y mucho sabor.

El contenido que comparte en redes sociales trasciende cada vez más, al punto de hacerse viral. Desde su cocina, enseña la forma más auténtica de preparar sus platos, algunos de origen español, sin dejar a un lado ese toque criollo. En el proceso, narra historias y recita poemas, el acompañante ideal. La joven reveló a La Patilla sobre su próxima aventura ilustrada en un libro infantil, una fusión inesperada que se llama “Vámonos pa’ Venezuela”.





Por: Elizabeth Gutiérrez | lapatilla.com 

Alejandra es una caraqueña que estudió cocina y diseño gráfico. Confesó que su amor desmedido por la gastronomía la heredó de su familia, especialmente de su papá, el “súper cocinero” que la conquistó desde temprana edad con los exquisitos platos donde nunca faltaba el pescado, unas langostas y los mejillones a la parrilla.

“Fue pescador deportivo por mucho tiempo y siempre se dedicó a cocinar mariscos. Es que mi papá cocinaba mariscos de una manera espectacular y aparte de eso, él tenía algo que para mí es clave en un buen cocinero, y es que dejaba esa cocina impecable. Entonces, no sé, siempre fue el que me inculcó esa pasión por la cocina. También del lado de mi padre tengo unas tías que son unas cocineras magníficas”.

Alejandra
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Trabajó por mucho tiempo en la capital con servicios de caterings, donde elaboraba enormes y coloridas tortas. “En ese momento era complicado de conseguir y muy cómico hacer las entregas de esas tortas súper grandes en Caracas, con todos los huecos en el piso y todo eso, pero me encantaba hacerlas y era divertido. Igualmente, hacía cenas privadas, de cumpleaños, pequeños eventos, caterings de toda la vida”, contó la joven de 34 años. 

Amor por la cocina

La chef decidió tomar un nuevo rumbo en otras latitudes, entre las que resaltan Irlanda, Francia, EEUU y España, siendo este último el destino donde reside desde hace más de ocho años. Durante el recorrido entre diversas culturas, aseguró con satisfacción que supo amoldarse muy bien y disfrutó cada experiencia. Me encanta conocer idiomas, gastronomía nueva, costumbres nuevas y siento que soy una persona que se adapta bastante bien a dondequiera que vaya. Tengo amigos de los sitios a los que voy y me adapto súper bien. Es algo que me encantaría seguir haciendo”.

Al llegar a España, comenzó a trabajar por primera vez como cocinera auxiliar dentro de un restaurante donde se instauró por un largo período. Su esfuerzo fue premiado cuando pasó a ser jefa de cocina, pero todo mejoró aún más al coincidir con inversionistas y juntaron esfuerzos para abrir dos restaurantes. “Uno era de costillas y alitas cocinadas a fuego lento a la barbacoa, como estilo americano. Y el segundo fue el primer poke aquí en Madrid, cuando hubo ese boom. Era totalmente diferente, muy tropical la decoración, el diseño del local era bonito, súper impactante”, recordó.

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Con la apertura de los locales, la criolla gestionó las redes y sin imaginarlo, quedó deslumbrada por completo ante aquel mundo de tendencias digitales. Me enamoré del proceso de crear contenido, de tomar fotos, de agregarles músicas, de hablar con las comunidades, de las personas que querían conocer los restaurantes, contestar preguntas. Me enamoré de ese proceso y mientras tenía el segundo restaurante empecé a crear mi Instagram, lo que diría mi marca personal y me seguí enamorando del proceso”.

Los restaurantes cerraron poco antes de la pandemia y descubrió que la labor que desempeñaba era gerencial y complicada. En su interior, quería dedicarse a hacer actividades más creativas. 

“Tener restaurantes era: Se dañó la nevera, hay que hablar con el cliente, hablar con la policía, encargarse de recibir los pedidos, hablar con proveedores y la verdad es que no me gusta. Me gusta más el proceso de crear recetas, de ser creativa. Entonces, dejé los restaurantes, empecé a hacer asesoramiento para restaurantes y franquicias, que es algo que todavía hoy en día realizo y vendo mis recetas. Ayudo a los restaurantes a conseguir soluciones, si le queremos vender un postre sin gluten o si queremos cambiar una carta de ensaladas, ese tipo de cosas”, expresó. 

Una receta viral

Producir contenido con el oficio que le apasiona tomó fuerza, aprovechó la oportunidad y dio el primer salto hacia la popularidad en las plataformas digitales. “Me encanta editar mis videos, escribir el guion entre comillas (…) Avancé luego en TikTok, en YouTube, comencé la Tiny cocinita, que básicamente es que cocino en miniatura y en un momento elaboré una mini hallaca que se hizo súper viral. Entonces, en estos últimos cuatro años que he estado haciendo redes sociales, es como que siempre ha habido algo que me impulsa y que hace que crezca y que me enamore más del proceso”, manifestó Alejandra. 

Pero crear contenido viral en redes sociales no es una tarea sencilla. Sin embargo, la venezolana encontró la clave de hacer una temática única a través de otro de sus hobbies favoritos: La escritura. 

Hace dos años o año y medio empecé a escribir un libro. Es un libro para niños venezolanos que viven fuera de Venezuela, para que conozcan un poco sobre nuestro país y su gastronomía. Es como un viaje por Venezuela donde se van probando los platos y nuestra comida tan rica. A raíz de que ya sabía que iba a sacar este libro, dije: ‘Oye, quiero que la gente en redes vea que puedo hacer algo más que cocinar, quiero que empiecen a ver que también puedo escribir’. Por eso, empecé a compartir en las redes un poco de mis escritos”.

Y fue allí cuando se animó a narrar sus vivencias personales de una manera amena, mientras demostraba la facilidad de realizar una comida deliciosa, lejos de las clásicas presentaciones de influencers gastronómicos.

“A la gente le encantó y aparte me parece que son videos un poco diferentes. Siento que la gente se identifica mucho con ellos. Disfruto un montón haciéndolos porque me gusta filmar la receta, mientras como lo que preparé estoy editando el video, luego grabo mi voz leyendo el escrito que preparé y después escojo la música. Todos los elementos los uno. Hay algo que le encanta a la gente, y es que mis videos van en loop, no se sabe dónde empieza ni dónde terminan”, explicó.

Para Alejandra, la inspiración le llega de su día a día. Asimismo, logra rescatar viejos escritos donde retoma aquellas experiencias que le dejaron una huella.

A veces, por ejemplo, si el escrito es un poco triste, me da risa porque mi mamá me llama preocupada: ‘Alejandra, ¿estás bien?’, y yo como que: ‘No mamá, no te preocupes, es un escrito de otro momento’. Pero la verdad es que sí, son bastante personales y sí, me inspiro mucho en mi propia vida“.

Esta joven caraqueña no intenta replicar platillos sino más bien darle su toque con una pizca de la sazón criolla que caracteriza a cada venezolano, pues para ella es esencial ese arraigo por nuestra tierra.

“Es inevitable. Siempre va a haber un toquecito criollo en mis platillos y siento que uno no aprecia la comida de su tierra tanto como cuando uno se va. En ese momento es que uno de verdad le agarra ese cariño a la comida de uno y no poder tener esos ingredientes, no poder conseguir, por ejemplo, ají dulce, o un buen aguacate, o un buen queso fresco de mano.  Sin duda, sí le meto mi sazón criolla, sobre todo, eso que nos encanta a los venezolanos, que es mezclar el dulce con el salado”, afirmó. 

Su versión más auténtica

Su contenido genuino ha conectado con miles de personas, tanto dentro como fuera de Venezuela. Recientemente, un video en el que Alejandra habla abiertamente sobre su experiencia como inmigrante generó un gran impacto en la plataforma. 

Aunque la mayoría de las reacciones fueron positivas, también recibió algunas críticas. “La gente herida quiere herir a la gente”, dijo. Pero más allá de eso, Alejandra destacó la importancia de hablar sinceramente sobre la realidad que se vive en Venezuela y cómo esta situación ha afectado a las personas, independientemente de su clase social.

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“Te sorprendería la cantidad de emigrantes de todas partes del mundo que se identificaron con ese sentimiento”, aseguró.

En palabras de Morrison, la importancia de compartir historias como la suya radica en que pueden servir como una forma de unir a los venezolanos, en medio de sus diferencias. “Ese sentimiento de que odiamos esa desigualdad y que nos desgarra la situación del país, que no tiene nada que ver con el privilegio que nacimos, sino es un sentimiento bastante universal entre los venezolanos”.

Alejandra se alista con entusiasmo para concretar sus nuevos proyectos, entre los que reveló en exclusiva para La Patilla su primer libro infantil “Vamonos pa’ Venezuela”. Detalló que saldrá a la venta este domingo 26 de marzo y no pudo ocultar su emoción por cumplir este sueño que se cocinaba a fuego lento y finalmente se hará realidad.

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“Estudié diseño gráfico, no soy ilustradora, pero este libro lo escribí y lo ilustré también. En el proceso aprendí muchísimo y siento que esa es otra cosa que he desarrollado y que me encanta, que es la ilustración. Por eso, mi página dice que cocino, escribo e invento, porque la verdad es que me encanta siempre estar inventando cositas que van muy de la mano del arte”.

Alejandra es una de los cientos de migrantes venezolanos que saborea la nostalgia desde la distancia y lo dejó en evidencia.Creo que lo que más extraño de Venezuela es que toda la familia esté junta. Todos vivíamos allá y mis primos estaban allá. Ahorita me hace demasiado triste que todos estemos regados, mi familia, mis primos, mis amigas. Vivíamos en el mismo sitio y ahorita nos encontramos regados por el mundo (…) La verdad extraño eso, que todos estuviéramos juntos en el mismo lugar”.

Aún así, esta chef ingeniosa supera cada momento amargo con una pizca de buena actitud. Entre versos, recetas e invenciones, estamos seguros que seguirá dando de qué hablar.