“Los piratas mataron a mi hermano”: el terror en los ríos y mares de Ecuador por la oleada de asaltos armados

“Los piratas mataron a mi hermano”: el terror en los ríos y mares de Ecuador por la oleada de asaltos armados

La comuna de San Lorenzo, en el Golfo de Guayaquil, es hogar de cangrejeros artesanales y sus familias.

 

 

 





El pescador Andrés Villao planeaba tomarse el día libre el pasado 31 de diciembre para celebrar en familia su 40 cumpleaños.

Por BBC Mundo

Por eso, me cuenta su hermano Evaristo, el día anterior ambos salieron de buen humor a pescar cangrejos, el oficio que heredaron de sus padres y que legarán a la siguiente generación en su aldea natal de San Lorenzo, en el Golfo de Guayaquil, en Ecuador.

Pero ese fatídico 30 de diciembre les cortó el paso un grupo de piratas armados con pistolas y rifles. Les ordenaron que lo dejaran todo y se lanzaran al agua.

Evaristo obedeció, pero Andrés no quiso bajarse de la canoa.

Lo mataron de varios disparos antes de llevarse las capturas del día, sus pertenencias y el motor de la embarcación. Por unas horas, el pescador no llegó a celebrar los 40 con su esposa y sus cuatro hijos.

“Aún no pueden velar a pescador asesinado en el Golfo de Guayaquil”.

Este titular del 3 de enero en el diario local Extra es el único testimonio en la red del suceso, uno más en la imparable oleada de violencia criminal que sufre Ecuador y que se ha extendido desde los barrios marginales de las ciudades a las áreas más recónditas de los manglares.

Evaristo y Andrés

Partimos a primera hora de la mañana del muelle de Caraguay, en el sur de Guayaquil, y navegamos en canoa por las aguas que bajan teñidas de lodo desde el río Guayas para desembocar en el Pacífico.

El paisaje, a izquierda y derecha, no varía: kilómetros y kilómetros de bosques acuáticos que se extienden y ramifican más allá de donde llega la vista. Son los pulmones de la costa ecuatoriana: los manglares.

Sobre las aguas marrones transitan las largas canoas motorizadas típicas de la región con los frutos del mar de la zona, desde cangrejos y tilapias hasta los codiciados camarones, el mayor activo pesquero de Ecuador.

Vemos una barca a la deriva, sin remos ni motor, que parece abandonada.

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