Barreras difíciles de derribar en las relaciones comerciales entre Colombia y Venezuela

Barreras difíciles de derribar en las relaciones comerciales entre Colombia y Venezuela

Yionnel Contreras, presidente de la Cámara de Comercio e Industria del estado Táchira.

 

 

La Cámara de Comercio e Industria del Táchira alertó que la imposibilidad de usar métodos de pago aceptables para los empresarios venezolanos en Colombia y la falta de créditos bancarios en Venezuela, constituyen importantes barreras que han impedido que el comercio entre los dos países progrese como lo esperaban los sectores industriales de la región.





Por Anggy Polanco / Corresponsalía lapatilla.com

Desde que se reactivó el comercio, este sector calcula que solo se ha puesto en marcha entre el 15 % y el 20 % de las empresas, las cuales solo operan entre el 12 % y el 18 % de su capacidad instalada.

Yionnel Contreras, presidente de la Cámara de Comercio e Industria del estado Táchira, afirmó que la frontera no se ha dinamizado completamente, porque no disponen de instrumentos de pago entre las empresas colombianas y las venezolanas, debido al bloqueo de los Estados Unidos que certifica el sistema SWIFT para la efectividad de las transferencias bancarias internacionales.

“Cuando yo adquiero un producto en Colombia, automáticamente tengo que cancelar a través de una transferencia internacional a través del mismo sistema que ellos tienen allí. Mercancía que se factura, mercancía que tiene que tener un ingreso en las cuentas. Si nosotros no podemos hacer una transferencia de un banco venezolano a un banco colombiano, automáticamente la DIAN va a imponer una multa y en algunos casos quedan con procesos judiciales por legitimación de capitales, por vender mercancía que se paga de manera informal”, narró el empresario.

Explicó que los empresarios venezolanos están llevando los dólares en efectivo hasta las casas de cambio de Cúcuta, convertirlos a pesos, y mediante triangulaciones que dejan costos financieros en toda la operación, poder cancelar a los proveedores.

Mientras, los proveedores deben buscar alternativas para encubrir esas ventas, a fin de que no sean sancionados por la DIAN. Este método lo realiza el 80% de los empresarios, indicó Yionnel Contreras.

Otros, que tienen cuentas en Panamá, realizan transferencias a Colombia. Sin embargo, algunas empresas cercanas a la cámara, que han efectuado transferencias de la banca panameña a Bancolombia, les han bloqueado las cuentas, argumentando que las empresas venezolanas no se pueden auditar desde el punto de vista financiero internacional y no se arriesgan a hacer transferencias de este tipo para no ser involucrado con el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.

 

Venezuela en desventaja

No obstante, Contreras señaló que han establecido contacto con delegados del Ministerio de Comercio de Colombia, la Cámara de Comercio de Cúcuta y la Gobernación del Norte de Santander, y han llegado a acuerdos concretos sobre la reactivación de los aparatos productivos.

Manifestó que los empresarios abrieron la frontera con bastantes expectativas de desarrollo, pero el tema de tecnología, financiamiento y capacitación de un país con respecto al otro es una brecha muy grande.

“Colombia nos lleva una ventaja comparativa en este momento, a pesar de que nuestras empresas están totalmente activas”, apuntó.

Contreras contó que los empresarios colombianos tienen oportunidades para acceder a créditos bancarios que les permite obtener tecnología de punta y reemplazar las maquinarias, a costo cero, mientras que en Venezuela ni siquiera se cuenta con banca que pueda prestar dinero.

En materia de capacitación, los operarios de las industrias colombianas, todos los días cuentan con cursos de capacitación. Las cámaras de empresarios se han dado a la tarea de orientar a todo el personal en temas industriales, tecnológicos, producción y rentabilidad, a diferencia del lado venezolano, donde tras varios años de recesión y crisis, no se ha avanzado en estos aspectos para el recurso humano. De allí que ha sido complicado engranar la competitividad de ambos países.