A las 12:00 de la medianoche cuando se despedía el lunes 14 de agosto, en el sector Los Pozones de Barinas, se escuchó un estruendo y seguidamente todo quedó en oscuridad.
Por Corresponsalía lapatilla.com
Fuertes vientos tambaleaban los enormes árboles de la Universidad Nacional Abierta, ubicada en el sector uno de la populosa barriada, acompañados de una lluvia muy leve, pese a que hubo centellazos que se divisaban a lo lejos.
Celso Girón se asomó por la ventana de la sala y las matas de su casa parecían claudicar en medio de la brisa fría.
“Me acomodé en un mueble de mimbre y esperé un rato pensando que la energía eléctrica sería restablecida en unos minutos”.
“Eso no pasó”, dijo el vecino, que buscó un cojín para apoyar su cabeza y poco después se quedó dormido.
A la 1:00 de la madrugada, todo seguía igual: vientos fuertes, descargas eléctricas y la llovizna mojaba la desolada y oscura calle 2 de Los Pozones.
Dos horas más tarde, Girón miró su reloj y pensó que el apagón iba a ser hasta un máximo de cuatro horas. Vencido por el sueño el tiempo transcurrió hasta las 6:00 de la mañana y el vecino se dio cuenta de que “pasé la noche durmiendo en una silla”.
A las 8:00 de la mañana la electricidad llegó por completo a Los Pozones y el vecino aseguró que este fue un sufrimiento más de los que padecen todos los días con los apagones.