El viernes, el portavoz del Kremlin dijo que la idea de que el presidente ruso Vladimir Putin estuviera detrás del accidente aéreo del miércoles que mató a Yevgeny Prigozhin era “una completa mentira”.
Por Insider
Pero un ex alto funcionario que trabajó en los niveles más altos del gobierno ruso contó a Insider una historia diferente.
“La rebelión fue una anomalía”, escribieron. “Pero las consecuencias fueron ciertamente inevitables”.
venganza inevitable por la insubordinación de Prigozhin, que culminó con una marcha hacia Moscú con una columna de mercenarios de su Grupo Wagner. La marcha fue un desafío sorprendentemente abierto a la autoridad del presidente ruso Vladimir Putin, el hombre que había encontrado a Prigozhin cuando dirigía una serie de restaurantes en San Petersburgo y lo convirtió en uno de los agentes de poder más temidos de Rusia, traficando con armas, oro, y hombres armados en tres continentes.
En cuanto al propio Prigozhin, el ex funcionario del Kremlin se burló de la idea de que su muerte fuera una sorpresa inoportuna.
“Su muerte no podría haber sido más oportuna”, escribieron. “Su vida era la del arma de Chekov. Cuando se disparó su fogueo, no quedó más que esconderse detrás de la cortina y dejar que la obra continuara”.
Al invocar el arma de Chéjov, el funcionario estaba sugiriendo que cualquier fuerza militar privada que se negara a someterse al control directo de Putin estaba destinada a ser aplastada por él.
Ese famoso principio narrativo (un arma inocentemente colgada en la pared en el primer acto de una obra será disparada en el tercero) es una de las grandes contribuciones de la literatura rusa a la cultura mundial. Pero la historia del ascenso y caída de Prigozhin también puede contarse a través de un tesoro de archivos internos que expusieron el funcionamiento interno de su imperio corporativo en los meses previos a su muerte. Esos archivos incluían docenas de hojas de cálculo detalladas que mostraban cómo el Grupo Wagner de Prigozhin rastreaba y gastaba su dinero:
Salario de un trabajador nigeriano que impulsa memes del Kremlin a través de una granja de trolls: 276 dólares.
Combustible para iluminar un famoso cartel en la ladera de una colina en la República Centroafricana: 791 dólares.
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