Israel es un país pequeño. Casi todo el mundo conoce a alguien, al menos en los rincones, que fue asesinado el sábado. Conoce a alguien que tuvo que permanecer en el refugio durante horas mientras los terroristas palestinos disparaban afuera. Conoce a alguien que fue secuestrado en la Franja de Gaza. Incluso secuestraron a niños.
Por Deutschlandfunk
Supuesta seguridad en la Franja de Gaza
Hasta el sábado pasado, un ataque tan brutal y mortal por parte de Hamas en la frontera altamente segura de Israel parecía imposible. Israel está experimentando ahora quizás el momento más impactante de su historia.
Los combatientes militantes de Hamas también actuaron brutalmente en una fiesta cerca de la valla fronteriza. Una fiesta exuberante donde la alegría se convirtió en horror. Allí fueron asesinados cientos de jóvenes. Varios fueron secuestrados en la Franja de Gaza, entre ellos un ciudadano alemán. El hecho de que las fuerzas de seguridad israelíes no impidieran la celebración demuestra la confianza que tenían en su causa.
Casi siempre se escucha un zumbido en las grabaciones que los periodistas de radio traen de la Franja de Gaza. Es el sonido del motor de los drones de vigilancia israelíes. Un sonido que forma parte de la vida de los dos millones de palestinos en la Franja de Gaza.
El sonido sugirió que Israel estaba al tanto de lo que estaba sucediendo en Gaza. Sobre llamadas telefónicas, correos electrónicos y movimientos de personas y militantes. Una nueva valla fronteriza con un componente subterráneo debería impedir de una vez por todas los túneles de Hamás hacia Israel. El mensaje fue: Tenemos esto bajo control.
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