“Psicópatas de Viña del Mar”: los carabineros violadores y asesinos que fueron los últimos condenados a muerte en Chile

“Psicópatas de Viña del Mar”: los carabineros violadores y asesinos que fueron los últimos condenados a muerte en Chile

Jorge Sagredo Pizarro y Carlos Alberto Topp Collins, los carabineros condenados a muerte por diez asesinatos y tres violaciones. Fueron los últimos chilenos ajusticiados

 

Faltaban ocho minutos para las seis de la mañana del 29 de enero de 1985 cuando algunos vecinos de Quillota, en la Región de Valparaíso, en Chile, despertaron sobresaltados por el inconfundible sonido de una serie de disparos.

Por infobae.com





Más tarde sabrían que esas detonaciones provenían de la cárcel de la ciudad, donde un pelotón de fusilamiento había acabado con las vidas de los ex carabineros Jorge Sagredo Pizarro y Carlos Topp Collins, bautizados por la prensa como “los psicópatas de Viña del Mar”, condenados a muerte por diez asesinatos y cuatro violaciones perpetradas entre 1980 y 1982 en ese balneario.

“Los fusileros entraron con uniforme y zapatillas. El piso estaba cubierto con lonas y frazadas para que Sagredo y Topp Collins no supieran el momento exacto del fusilamiento. A los dos hombres les colocaron un disco naranja en la zona del corazón para que allí apuntarán los tiradores”, contó en la edición de esa tarde de “Las Últimas Noticias” José Gai, uno de los cronistas que presenciaron la ejecución.

En la crónica se precisaba que las armas utilizadas eran ametralladoras UZI cargadas con una sola bala, que los 16 integrantes del pelotón debían apuntar al pecho de los reos. También se contaba que, segundos antes de que se realizaran los disparos, Collins pareció desvanecerse, al punto que debieron sostenerlo unos momentos, mientras que Sagredo se mantuvo erguido, como sacando pecho, mirando de manera desafiante a los hombres cuyas balas le quitarían la vida.

Exactamente a las seis de la mañana, el médico del penal los declaró oficialmente muertos, y sus cadáveres fueron trasladados inmediatamente al cementerio de Playa Ancha para ser sepultados.

Terminaba así uno de los casos policiales más resonantes de la historia criminal de Chile, un raid de violaciones y asesinatos que había mantenido en vilo a la población durante tres años y que – aunque en ese momento no se sabía – tenía su punto final con la última ejecución oficial por pena de muerte que se realizaría en Chile.

El primer crimen

La serie de crímenes de “los psicópatas de Viña del Mar” se inició la noche del 5 de agosto de 1980, con el asesinato del profesor Enrique Fajardo, de 35 años. Al día siguiente, el diario “La Estrella de Valparaíso” publicó en su portada la foto de un auto Austin Mini que había quedado colgando en la plaza Bellamar, en el cerro Esperanza, en una posición de increíble equilibrio que le impedía caer sobre la avenida España. Nadie sabía nada del misterioso auto, porque no había noticias de sus ocupantes.

Solo dos días después se supo que se trataba de un crimen, cuando el cadáver con un disparo en el pecho del propietario del auto, el profesor Fajardo, fue encontrado en un lugar de difícil acceso cerca del Jardín botánico de la ciudad.

En un primer momento se pensó que se trataba de un asesinato en ocasión de robo, o quizás una venganza, aunque la información era poca y había cosas que no cerraban. Solo después de que otros casos de “los psicópatas” tomaran estado público, los investigadores sabrían que el asesinato del profesor Fajardo había sido el primero de la serie.

Una mujer se presentó en la comisaría y les relató que dos hombres los habían atacado, que a Fajardo le habían disparado y que a ella la habían violado los dos agresores, pero que pudo escapar en un descuido. No se había presentado antes porque tenía mucho miedo, porque su relación con Fajardo era de esa única noche y que temía que pensaran que había participado del crimen.

Dio, también, descripciones de los dos hombres, que más tarde serían determinantes.

Asesinos en serie

Para cuando la mujer hizo su declaración, “los psicópatas de Viña del Mar”, con su modalidad de atacar parejas, tenían aterrorizada a la ciudad, que despertaba todos los días temiendo leer sobre un nuevo crimen.

El 12 de noviembre de 1980, el médico Alfredo Sánchez y su novia, la enfermera Luisa Bohle Basso, estaban dentro de un Renault cerca de la Laguna Sausalito, en un sector conocido por ser utilizado por los enamorados, cuando fueron abordados por dos hombres armados. Al médico lo sacaron del auto y lo mataron con dos disparos en el pecho; después los asesinos se turnaron para violar a la mujer. La dejaron tirada ahí, con vida, porque no ofreció resistencia.

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