Cómo es Jinwar, el misterioso pueblo habitado y dirigido solo por mujeres

Cómo es Jinwar, el misterioso pueblo habitado y dirigido solo por mujeres

Jinwar, una comunidad ubicada en el noreste de Siria, se destaca por ser un asentamiento completamente organizado y autorregulado por mujeres (Reuters)

 

 

En el corazón del Kurdistán sirio, una región que se extiende por la frontera entre Siria y Turquía, se encuentra Jinwar, una pequeña aldea. Este pueblo, cuya fundación fue inaugurada el 25 de noviembre de 2018, Día Internacional contra la Violencia de Género, es una comunidad autónoma dirigida y habitada exclusivamente por mujeres y sus hijos, que buscan un estilo de vida autosuficiente y sostenible.

Francisco González Tomadin

En la aldea, las madres viven con sus hijos y se dividen el trabajo y los recursos de manera equitativa. Los hombres pueden visitar, pero no quedarse a dormir. Este sistema refuerza el sentido de seguridad y protección que muchas mujeres encuentran en el pueblo, especialmente aquellas que han sido víctimas de la violencia de género o matrimonios forzados.

Las casas de Jinwar son un tributo a la arquitectura tradicional; están construidas con arcilla, un material que facilita la regulación de la temperatura interior, manteniéndolas frescas en verano y cálidas en invierno. La aldea se encuentra rodeada de campos donde las residentes cultivan cereales, árboles frutales y olivos. Estos cultivos proveen alimentos a la comunidad, y también representan una fuente de ingresos mediante la cooperativa agrícola local.

La historia de Jinwar está profundamente marcada por la lucha contra el Estado Islámico (ISIS). En 2017, después de la derrota de este grupo terrorista en la región, la idea de crear Jinwar empezó a tomar forma. Muchas mujeres habían perdido sus parejas en el conflicto o habían sido víctimas de la brutalidad de ISIS. Con el apoyo de las autoridades locales y diversas organizaciones humanitarias, un grupo de las mujeres comenzó a construir Jinwar como un refugio seguro.

La aldea brinda seguridad, acceso a la educación y la salud. Hay una escuela donde los niños y las mujeres pueden aprender, una granja que proporciona alimentos y una clínica de medicina natural donde se preparan remedios con plantas y flores de la región. Además, Jinwar es un centro cultural activo, con charlas y obras de teatro que fomentan la cohesión comunitaria y la expresión cultural.

La comunidad de Jinwar es un reflejo de las estructuras políticas del Kurdistán, donde las mujeres tienen una presencia significativa en todas las esferas de la vida pública, incluyendo el gobierno y la defensa del territorio. Este sistema es notablemente matriarcal, ofreciendo un modelo alternativo a las sociedades patriarcales predominantes en la región.

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